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La mujer del César
La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin. Foto: Markku Ulander (DPA/EP)
31/08/2022 -
MURCIA. No poco tiempo llevo reflexionando sobre este dicho: "La mujer del César no solo debe serlo, sino también parecerlo".
Ha sido mucho tiempo en el que he estado conforme con el refrán pero, hasta hace no mucho he cambiado de parecer. No sobre el fondo de esta actitud de vida, sino sobre lo que ha de mostrarse al exterior, y me explicaré.
Siempre he pensado que debemos ser personas rectas, honestas, y valiosas en virtudes. Además, siempre he pensado que debían manifestarse estos valores para darlos a conocer, para apreciar los referentes y con ellos los cambios de otras personas a raíz de ver que es posible ser una persona "de una pieza".
Qué ha pasado para que todo esto varíe y yo sea capaz de opinar en sentido contrario, y no digo, un miserable, o hacer y vivir conforme a lo que cada día se nos venga en gana, o saltándonos la ley. No, eso jamás. De lo que hablo es de tanta mascara, de tanto disfraz hipócrita, de tanto parecerlo, pero solo eso.
No solo lo vemos en las redes sociales, con perfiles que no muestran la verdad de lo que pasa, si estás triste, si estás gordito, o si tus vacaciones no han sido en Bahamas, sino en el mismo lugar de siempre en familia y con todos apretados en las literas de la playa, o como ahora está de moda de furgoneta camper.
También, lo veo en el comportamiento de las empresas, lo veo en la apuesta por el talento, o su ausencia de él. Por la organización de los equipos, y su parecer únicamente dispuestos, pero sin rendimiento.
"por qué la mujer del César, y no del propio César; La mujer siempre en el punto de mira"
Por no hablar de la política. De verdad, el asunto de Sanna Marin, castigada por la opinión pública por divertirse en su esfera privada, me ha llevado a tener que escribir sobre ello. Por someterse a un test de drogas al que resulta sale reconocida como la líder que es. Por no irme a la política regional, en la que todos hemos visto a distintos políticos de fiesta (lo normal), con una cerveza en mano, cuando no demasiadas, y aquí nadie se ha rasgado las vestiduras. O cuando destituimos a un político por dormir en el teatro, porque entonces eso estaba muy feo.
Lo veo en la amistad, cada día más cercana a una relación de bicho y ballena, esas personas que son más rémoras que conocidos. Cómo cada vez veo a más influencer que se distancian de otras porque sólo querían más fama y gloria, cual romanos y griegos…
Y es que el hombre no ha cambiado tanto desde la Antigua ciudad eterna hasta ahora. O quizá efectivamente nos encontramos en una crisis mundial, porque la persona ha dejado de reflexionar, de pensar de ofrecer su mejor versión, para sólo atesorar los premios de esta vida, las riquezas que jamás podremos llevar cuales egipcios al otro lado. Este verano he leído a O Callaghan sobre la esperanza, que habla de las distintas filosofías, doctrinas y autores clásicos que hablaron y trataron en profundidad este asunto. Pero resulta que eso no es trending topic; vamos, que nunca fue tendencia.
Nunca has tenido un desencanto. Yo lo tengo con este dicho, con los valores que realmente me sostenían durante toda una vida, porque ahora no vale con serlo, sino que además parecerlo te puede llevar a confusión, y estar dentro del grupo de individuos que solo parecen, pero que por dentro ensucian su virtud.
Por eso prefiero solo vivir para mis adentros, mostrar mi vida personal tal cual es en mi entorno privado, y no permitir que estos sucesos como el de la ministra finlandesa sea objeto de condena, de cese, de quema de brujas en resumen.
Y si voy un poco más allá, por qué habla de la mujer del César, y no del propio César. Por qué fue Eva. Total, la mujer siempre en el punto de mira. No puedo dejar de exponer ese pequeño matiz. Aunque para los que me tratáis sabéis que mi mayor referente es otra mujer, una humilde en grado máximo. Hoy pediría un poco de humildad para nuestra sociedad tan hipócrita. Un poco de verdad en las relaciones humanas, para no condenar a mujeres que tan solo se divertían en su ámbito privado y que a ninguno nos gustaría vernos en su posición mediática.
"hoy convoco a las personas buenas, a las que hacen el bien cuando nadie les mira"
Espero, eso sí, pacientemente, un cambio en el que aún en mí alberga la esperanza. En el que la sociedad pueda mostrarse tal cual es, como ya está sucediendo en alguna red social bereal, o como sucede con algunos autores cartageneros que rechazan por entero la nula apuesta por el esfuerzo en la educación, o cómo vemos en personas honradas que se dedican a su trabajo y que se esfuerzan por ayudar desinteresadamente a los demás. Y es aquí, donde ahora quiero poner el foco, somos muchos más los que somos AUTÉNTICOS, que los viejos hipócritas. Sucede que estas viejas glorias hacen ruido, un estruendo desagradable.
Por eso, hoy convoco a las personas buenas, a las virtuosas, a las que hacen el bien cuando nadie les mira, mi hijo este verano recogía basura donde hubiera porque le daba pena que se murieran animales. O cuando el trabajador de una empresa termina su trabajo correctamente y da un poco más, a pesar de que nadie, ni tan siquiera el jefe le ve. Aquellos padres de familia que cada día hacen su trabajo para alimentar a los suyos. Ay, si no hablo de las madres del mundo, que nos cuidan, como decía san Juan Pablo II, somos el cariño de la humanidad. Ese amigo que te escribe para saber cómo estás porque algo no va bien, que te abraza porque perdiste a alguien y está ahora en el momento malo. Porque cualquiera sirve para la marcha, pero no todos saben estar cuando se les necesita. O de los que se alegran cuando tienes éxitos, y lo celebran contigo. Por la sonrisa del desconocido que te ofrece este lunes por la calle, cuando no tenemos muchas ganas de reconectar con el trabajo.
Somos muchos, muchos más sois los auténticos, lo que de verdad hacemos que todo salga adelante, con sus problemas claro que sí, pero con autenticidad, con espera, sin que descarríe el tren, como me dice siempre mi amiga Belén, mi procuradora de siempre.
Y es que un pequeño gesto cada día cuando toca es mucho más que la vida extraordinaria de los héroes de guerra, de esa guerra ficticia del mundo de la superficialidad.
Oh, desengaño, qué pureza me das. Que vuelta a la visión real. Gracias, vida, por ofrecerme la esperanza. Somos muchos los que no tenemos el afán de parecerlo, porque lo somos. Y como me decían en la facultad, entre el ser y el deber ser hay gran diferencia. Pero no hay nada como ser auténtico, sin dobleces, eso no tiene parangón, y la luz que se desprende no puede copiarse. El sol no puede taparse con un dedo.
Por eso a todos los que sois en vuestra intimidad del SER, del DE VERDAD, os animo a que sigáis, a que cada día os mostréis, no porque toque hacerlo, sino porque simplemente nace , emana… a seguir siendo tal cual sois. Como decía la canción de Amaral, son mis amigos.
Por eso este artículo quiere ser una oda a la autenticidad, sin la necesidad de parecerlo. Sin el deber de nada, pues cuando uno es, sobran las palabras. Y otra cosa, hagamos ruido… CON UNA GRAN SONRISA. Feliz comienzo de curso este mes de septiembre.
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