CARTAGENA. Los festivales públicos La Mar de Músicas y Cartagena Jazz Festival, ambos organizados por el Ayuntamiento de Cartagena multiplicarán casi por cinco las ayudas de la Comunidad Autónoma. Contarán con 390.000 euros de subvención de la Región de Murcia para las ediciones de los próximos dos años.
Tras la aprobación en Consejo de Gobierno de la Región de Murcia de subvenciones a los festivales públicos que forman parte de la marca Festivales Región de Murcia, se aporta a La Mar de Músicas 270.000 euros, mientras que al Cartagena Jazz 50.000 euros, para las dos próximas ediciones. A esta ayuda se sumarán 70.000 euros adicionales del Instituto de Industrias Culturales para las ediciones de los próximos dos años de La Mar de Músicas y del festival de jazz.
La alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, ha recalcado la apuesta por la dinamización del turismo a través de la cultura que lleva a cabo el Ayuntamiento de Cartagena con el apoyo de la Región de Murcia.
"La experiencia de 28 años que tiene Cartagena celebrando La Mar de Músicas, o los 42 años del Cartagena Jazz, demuestran nuestra capacidad para atraer visitantes y proyectar el nombre de Cartagena hacia el exterior. Somos una tierra de festivales, y de buenos formatos que dan resultados", ha expuesto.
Para la regidora, "el turismo de festivales supone cada año más visitantes y mayor visibilidad para nuestro destino; ya que no podemos olvidar que la música en vivo tiene un gran impacto económico y de promoción. El caso de La Mar de Músicas es excepcional, porque lleva 28 años colocando a Cartagena en primera línea de la cultura y el turismo, y nos sitúa como uno de los festivales más interesantes a nivel nacional". Además, Noelia Arroyo ha recalcado el papel que ha tenido este festival desde sus inicios en "la diversidad cultural y el descubrimiento de nuevos sonidos y artistas".
Para seguir creciendo en este ámbito, el Ayuntamiento de Cartagena va a poner en marcha próximamente una oficina municipal de eventos. Su principal función será la de coordinar los actos culturales, deportivos y de festejos de especial importancia que se realizan en el municipio y evitar solapamientos.
La Asociación Sin Ruido asegura que incumple la normativa al estar declarado el centro como Conjunto Histórico-Artístico desde 1980