CARTAGENA (Murcia Plaza / EFE). La Casa C de la Manga, diseñada por el estudio de arquitectura Martin Lejarraga de Cartagena, ha sido seleccionada como finalista al premio de mejor casa del año en la categoría residencia de playa de los premios "Best Of Year Awards 2022",que celebra la revista de interiorismo y arquitectura "Interior Design", según ha informado el estudio en un comunicado.
Estos premios internacionales rinden honor a la excelencia en los campos de la arquitectura y diseño, mostrando cada año lo que está sucediendo en el panorama internacional y honrando el trabajo de arquitectos, diseñadores y fabricantes de todo el mundo, por lo que la Casa C competirá con construcciones de lugares como Los Hamptons o Miami (ambos de Estados Unidos), entre otros.
El edificio data de los años 70 y ha sido rehabilitado a partir de un proyecto sostenible que saca brillo a ese legado de hormigón, para que los inquilinos tuvieran, en su planta inferior, contacto con la arena y los bañistas, añadiendo acabados blancos de enfoscado a la tirolesa y celosía cerámica, mientras que en la superior se articuló una fachada ventilada con piezas de cerámica de gran formato, también blancas, que permiten reflejar el sol y los diferentes tonos del mar y del cielo según el momento del día.
"Nos encontramos con una casa muy anticuada, completamente obsoleta, tanto desde un punto de vista programático como energético; y con una distribución muy compartimentada y rígida", ha explicado Lejarraga, quien añadido que por ello "la reforma se basó en una parte funcional y en otra material". La gala final donde se conocerán a los ganadores se celebrará el 8 de diciembre en Nueva York.
Una antigua casa de los 70 situada en primera línea de playa del Mediterráneo, en La Manga del Mar Menor (zona de San Javier), ha experimentado una espectacular transformación, pasando de ser una vivienda claustrofóbica -cerrada al mar y sin vistas- a convertirse en una casa-mirador, de amplios ventanales, que se abre al privilegiado entorno en el que se encuentra y cuyo color blanco le confiere un carácter muy mediterráneo. Este proyecto de rehabilitación, realizado por Martín Lejarraga Oficina de Arquitectura, es un exponente de lo que se conoce como 'reciclaje arquitectónico', una de las formas de cuidar el planeta desde la arquitectura. Tanto es así, que la reforma de la llamada Casa C ha dado que hablar en medios nacionales e internacionales, habiendo sido recogida en publicaciones de China y Australia, por ejemplo, o protagonizando un reportaje en la revista 'Hola'.
Explican desde la oficina de arquitectura de Martín Lejarraga que el proyecto consistía en rehabilitar una vivienda existente de los años 70, de 228 metros cuadrados, para adaptarla a los requisitos de sus nuevos propietarios -un matrimonio con nietos- y de su entorno, la playa que da al Mar Mayor. La edificación original, añaden, carecía de interés arquitectónico alguno, "pero sí energético". Es por ello, que los arquitectos han querido aprovechar el esfuerzo empleado en su construcción inicial, manteniendo la estructura y gran parte de la envolvente de la casa. De esta forma, añaden, se ha reducido el impacto medioambiental del proyecto y se ha reciclado un 'residuo' urbano.
Para empezar, se buscaba la apertura de la vivienda hacia el mar, para lo cual se modificó la posición de la escalera y se abrieron grandes huecos en la fachada que da a la playa y otros más contenidos en la cara Oeste. Al mismo tiempo, el pavimento se extendió desde el interior de la casa a la terraza, difuminando el límite dentro-fuera y creando una sensación de conexión y continuidad de la casa con la playa. Este pavimento color arena también envuelve los pilares y la escalera, contrastando con el color blanco global de toda la vivienda.