MURCIA. Las 'kellys' (camareras de piso y limpiadoras de hotel) conforman uno de los sectores más vulnerables de la economía turística. Contratadas de forma temporal y externalizada, demandan mejoras en sus condiciones, pues denuncian tener que compaginar su empleo con una medicación que sufrague las dolencias físicas y mentales derivadas de las exigencias laborales.
En torno a 2.000 'kellys' han trabajado este verano en la Región de Murcia, vinculadas directamente al turismo. Por tanto, su futuro depende de ello. Los sindicatos reclaman a la administración y a los actores vinculados una mejora en las condiciones laborales. “Deben estar externalizadas y formar parte de las plantillas de los hoteles”. Asimismo, “más de la mitad de los hoteles tienen externalizados sus servicios en la Región”, denuncia CCOO.
Desde Comisiones Obreras-Región de Murcia denuncian la “situación de precariedad” de las camareras de piso y limpiadoras de hotel, de las 'kellys'; condición que se da de facto al ser “subcontratadas por empresas multiservicios o contratos temporales”. Además, Teresa Fuentes Rivera, secretaria general de la Federación de Servicios de CCOO, ha recriminado que “muchas no fueron incluidas en los ERTE al no ser fijas. La precariedad ha aumentado y han sido despedidas sin indemnización ni posibilidad de acceder a los ERTE”.
Laura Mateo, secretaria general de Hostemur, estima que “en torno al 60% de hoteles han abierto, pero la limitación de ocio nocturno hizo caer de forma masiva las reservas en los hoteles. Lo óptimo sería que los ERTE se prorrogasen hasta que se pudiera volver a activar la campaña de 2021. No pedimos siquiera que se prorroguen hasta finales del año que viene, porque estas actuaciones a largo plazo no tienen cabida en nuestros gobiernos actuales”.
Por ello, desde Comisiones Obreras recriminan que “este sector vulnerable debe formar parte de las plantillas de los hoteles para así estar más cerca de la organización sindical y de disfrutar del convenio de hostelería, que ampararía a las 'kellys' legalmente”.
El perfil de las camareras de piso y limpiadoras de hotel es el de una mujer con contrato temporal parcial o subcontratada, en condiciones precarias que las obligan incluso a tomar medicación, derivada de problemas musculares y de estrés. “Las condiciones de trabajo se han endurecido: imponen una ratio y un tiempo máximo de 15 minutos por habitación, y hacen de media 20 habitaciones en 5 horas”, destaca Fuentes. “Cobran el SMI en jornada de 8 horas”.
Después de este verano atípico, donde se ha dispuesto de relativa poca planta hotelera, se les presenta un futuro complicado y negativo, porque además la mayoría de los hoteles de zonas como La Manga ya están cerrando; es un cierre prematuro.