MURCIA. Ya tenemos los resultados de las elecciones vascas. Y el resultado de Reunirse (Bildu) indica que una buena proporción de los votantes no cree o no sabe que ETA fuese un grupo terrorista. Por más que la SER se lo preguntase y repreguntase al candidato en la campaña electoral y que este escurriese el bulto, Reunirse ha subido seis escaños. Tampoco sirvió que el diario El País insistiese en el tema. Todo fue en vano: Reunirse ha empatado con el PNV. Es erróneo pensar que sus resultados se deben a que los socialistas y los ecocomunistas lo han blanqueado. Lo han intentado, cierto, pero es irrelevante. Sencillamente, una alta proporción de los vascos votan a partidos separatistas. Y les importa un bledo los 900 asesinados. De no ser así, los homenajes a los etarras que salen de prisión no tendrían ningún éxito. Y, sin embargo, se convierten en fiestas masivas. De no ser así, los separatistas no llevarían gobernando en las provincias vascas 41 de los 44 años de democracia. De no ser así, no apalizarían en las tabernas a cualquiera que luzca en la muñeca o en la solapa una banderita española. De no ser así, los seguidores del Atlético de Bilbao no impedirían oír el himno nacional español en los partidos de fútbol pertinentes. Les doy un dato: el 86% de los vascos jamás se manifestaron contra ETA ni siquiera en su etapa más cruenta.
La idea de que hay un separatismo vasco bueno y otro malo es puro postureo con fines electorales. No olvidemos que, si los separatistas malos movían el árbol, los separatistas buenos cogían las nueces. Esos supuestos separatistas buenos jamás colaboraron en la lucha contra ETA. Sabían quiénes eran los asesinos, pero no los delataban porque, para ellos, eran gudaris y no asesinos. De hecho, compartían el ideal de separarse de España.
"solo quedan defendiendo la Constitución Española ocho diputados: siete del PP y uno de Vox"
Estamos hablando de gente que abandonaron la lucha en la Guerra Civil para dejar que las tropas franquistas tomasen Santander y la cornisa norteña porque, según decían, ellos eran equidistantes entre los dos bandos españoles. Y años después el diputado Anasagasti lo justificaba: no merecía la pena que los soldados vascos muriesen en batallas contra los nacionales porque, al fin y al cabo, no estaba en juego la independencia de las provincias vascas. Es más, el ministro vasco del Gobierno republicano presidido por Negrín dimitió para facilitar las negociaciones del PNV con el Gobierno inglés para lograr que interviniesen en la guerra a cambio de darles la independencia. Con estos bueyes hemos de arar, así que déjense de fantasías. Como dice el ministro Puente, Reunirse es un partido progresista y democrático; ningún problema en darles la alcaldía de Pamplona. Así que ya lo saben: para ellos el problema no es ETA, sino Vox. Y el que no lo vea así es que un redomado facha.
Ahora mismo, en las provincias vascas solo quedan defendiendo la Constitución Española ocho diputados: siete del PP y uno de Vox. No sorprenda a nadie que la dirigencia sanchista haya celebrado como un éxito esos resultados. Simplemente porque creen que los estabilizará en el Gobierno. Pero resulta que su copartícipe en el Gobierno, Sumar, ha fracasado. Ha obtenido un único diputado. Y, además, no es la candidata, sino un miembro del PCE. Para colmo, el otrora triunfante Podemos se ha quedado fuera del parlamento vasco. En resumen, la izquierda plurinacionalista se ha hundido en beneficio de Reunirse. A los partidarios de que España es una y no cincuenta y una solo les quedan dos opciones. Los que NO se sientan socialistas, votar al PP o a Vox; los que SÍ se sientan socialistas votar a Izquierda Española. Porque, gran novedad, por primera vez hay un partido socialista partidario de la igualdad de todos los españoles al margen de la región donde vivan. Y acaso puedan cubrir el hueco que están dejando Sumar y Podemos. Con la diferencia de que Sumar y Podemos creen que España es una nación de naciones, con lo que han logrado que sus votos emigren al BNG en Galicia y al Reunirse en Vasconia, mientras que Izquierda Española, ya digo, es partidaria de la igualad interterritorial. Como el PP y como Vox, pero desde la banda izquierda. Esa tripleta es lo queda ahora a favor de España.