MURCIA. La estación de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de Alcantarilla cesará su actividad en los próximos días. Este centro, el único gestionado por la Comunidad Autónoma y que permanece abierto desde principios de los años noventa, dejará de prestar servicio tras sufrir un desplome de su funcionamiento de un 81,5% en el último lustro.
Así lo ha decidido la Consejería de Medio Ambiente, que tiene las competencias en la actividad industrial, según ha podido saber Murcia Plaza. El acusado descenso de la demanda en los últimos años ha sido uno de los principales motivos. Entre 2013 y 2018, la ITV de Alcantarilla ofrecía una media de 64.000 inspecciones. En 2022 se redujo hasta las 24.870 evaluaciones y en lo que llevamos de 2023 se han contabilizado unas 12.560 inspecciones.
Las cifras contrastan con las otras 43 ITV que operan en 19 municipios de la Región, cuya media asciende a unos 34.600 exámenes al año. Se trata de casi un 64% menos que su competencia. Hay que recordar que en 2017 la Asamblea Regional aprobó la liberalización del mercado de las ITV en la Región de Murcia y Alcantarilla era la única de gestión pública.
Con todo, el cierre de esta ITV pública no supondrá ninguna merma en la prestación del servicio. El municipio de Alcantarilla cuenta con otra estación, ubicada en el Polígono Industrial Oeste. No sólo ello, hay unas once ITV en un radio de 15 kilómetros entre Murcia, Alcantarilla y Molina de Segura, por lo que la cobertura para los usuarios y residentes está más que garantizada.
Por otro lado, según ha podido confirmar Murcia Plaza, la plantilla de empleados tendrá asegurada su continuidad. La veintena de trabajadores, que son funcionarios públicos, serán recolocados en otros departamentos de la Administración regional. Además, la Comunidad tiene previsto reforzar el servicio de inspección que otorga a todas las ITV de la Región con el incremento de dos nuevos inspectores, con lo que pasarán de cuatro a seis.
Además de la caída de la demanda, hay otro motivo que ha pesado en la decisión del fin de esta ITV: su alto coste frente a los escasos ingresos para las arcas públicas. La Comunidad desembolsaba casi 1,2 millones de euros (1,196 millones para ser exactos) en concepto de mantenimiento, modernización de equipos y gasto de personal frente a los 348.000 euros que ingresa al año por el pago de los servicios.
Asimismo, el terreno de la ITV, de más de 10.000 metros cuadrados y situados frente a la carretera de Caravaca de la Cruz, seguirá siendo de uso público. No habrá, eso sí, una nueva ITV en las antiguas instalaciones.