Foto: EP.MURCIA. Las festividades navideñas son una época de celebración que, lamentablemente, conllevan un aumento en el consumo de alcohol. Este incremento es especialmente preocupante para las mujeres embarazadas o que planean concebir, ya que el consumo de alcohol durante el embarazo puede tener consecuencias graves y permanentes para el desarrollo del feto.
El Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) es un conjunto de afecciones que pueden presentarse en una persona cuya madre consumió alcohol durante el embarazo. Estas afecciones incluyen anomalías físicas, problemas de comportamiento y dificultades cognitivas. El alcohol puede interrumpir el desarrollo fetal en cualquier etapa del embarazo, incluso en las etapas iniciales antes de que la mujer sepa que está embarazada. No se conoce una cantidad segura de consumo de alcohol durante el embarazo; por lo tanto, la recomendación es abstenerse completamente.
La exposición prenatal al alcohol puede interferir en el desarrollo del cerebro del bebé, provocando deficiencias que pueden manifestarse después del nacimiento y en etapas posteriores de la vida. Estos efectos incluyen dificultades en el aprendizaje, problemas de comportamiento y trastornos neurológicos.
Recientes estudios científicos han reconocido que el consumo de alcohol por parte del padre también puede tener efectos tóxicos, alterando la calidad de los espermatozoides y aumentando el riesgo de defectos congénitos en la descendencia. Se ha observado que los hombres que consumen alcohol regularmente pueden transmitir información genética deteriorada a través de su esperma, afectando negativamente al desarrollo del feto. Además, el apoyo del padre es crucial para evitar el consumo de alcohol por parte de la madre durante el embarazo. La abstinencia conjunta refuerza el compromiso y facilita un entorno saludable para el desarrollo del bebé.
Se ha observado un incremento en los trastornos mentales entre los jóvenes, y una de las causas identificadas es la exposición prenatal al alcohol. El consumo de alcohol durante el embarazo está asociado con una mayor incidencia de problemas de salud mental en la descendencia, incluyendo trastornos del comportamiento y dificultades cognitivas.
Según la Asociación Española de Pediatría, hasta un niño en cada aula puede tener Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal, y se estima que 1 de cada 4 casos de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) podría estar relacionado con la exposición prenatal al alcohol. Este dato resalta la importancia de evitar el consumo de alcohol durante el embarazo para prevenir trastornos del neurodesarrollo en la descendencia.
Abstinencia total de alcohol durante el embarazo. No existe una cantidad segura de alcohol que se pueda consumir durante la gestación. La única forma de prevenir el TEAF es evitar completamente el consumo de alcohol durante el embarazo.
Planificación familiar responsable. Se aconseja que tanto hombres como mujeres eviten el consumo de alcohol en los meses previos a la concepción para asegurar la salud del futuro bebé. Los hombres deberían abstenerse de consumir alcohol al menos seis meses antes de la concepción, y las mujeres, un año antes y durante todo el embarazo.
Apoyo mutuo en la pareja. La implicación y el compromiso de ambos progenitores en la abstinencia de alcohol crean un entorno más seguro y saludable para el desarrollo del feto.
