CARTAGENA. El sector hostelero de Cartagena esboza una leve sonrisa una vez pasada la Navidad tras contemplar un repunte de hasta un 12% respecto a las navidades anteriores. Más gente en la calle, más vida nocturna, más comidas de empresas y de amigos, un impulso importante en días claves como Nochebuena y Nochevieja y un definido control sobre las fiestas ilegales ha propiciado ese incremento en la hostelería de la ciudad portuaria, que quiere mirar al futuro con más optimismo, a pesar de que los datos apunten hacia otro lado.
"El hecho de que no se hayan puesto trabas a la hora de sacar barras a la calle, por ejemplo, en la Tardebuena y Tardevieja ha animado mucho más a los habitantes y visitantes de la ciudad para salir y no marcharse a celebrar sus fiestas a otros sitios", dice Juan José López, presidente de Hostecar.
Acaba, de esta manera, un año que López no valora del todo de forma positiva por lo que considera gran cantidad de trabas encontradas para dar salida a sus negocios, principalmente llegadas desde el Ayuntamiento. "Hubo momentos en que desde la administración pública se nos machacaba constantemente con restricciones", dice el mandatario de Hostecar, quien añade que con la entrada del Partido Popular y de Ciudadanos al pacto de gobernabilidad la situación ha cambiado a mejor. "Ahora al menos nos escuchan y creemos que hay más predisposición a entendernos" añade.
Dice que para de cara a este 2020 la situación del Mar Menor les ha generado demasiada incertidumbre. El hecho que desde incluso Hostecar haya apuntado la cifra de una pérdida de hasta 3.000 empleos es algo que preocupa. "Nos daña y mucho todo lo que ha venido sucediendo en este sentido, por eso es importante que nos dejen aportar nuestra opinión cuando se hablan de medidas a tomar para recuperar la imagen de la zona".
Recordemos que el presidente de la Asociación de Empresarios de Hoteles y Alojamientos Turísticos de la Costa Cálida, José María Cano, advertía de la cancelación de más de un 60 % de las reservas para verano en todo el litoral murciano por la crisis ambiental del Mar Menor, lo que podría afectar a 5.000 empleos.