CARTAGENA. El colegio Hermanos San Isidoro y Santa Florentina de Cartagena ha lanzado un programa de actividades culturales para dar a conocer la histórica Casa del Niño y su historia. El edificio está declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Las actividades, que se desarrollarán durante los meses de mayo y junio, incluyen una exposición fotográfica, un ciclo de conferencias y una visita guiada para los alumnos del centro. La primera de ellas será este lunes, día 13, que habrá un abrazo multitudinario al edificio.
Además, el colegio está elaborando un proyecto para toda la comunidad educativa con el fin de dar a conocer la historia y el valor patrimonial de la Casa del Niño.
Para recordar la historia de este edificio singular, obra de Víctor Beltrí, hay que remontarse a cuando la Junta Local de Protección a la Infancia en Cartagena de principios del siglo pasado decidió poner en marcha este edificio con el objetivo de que los niños no estuvieran en la calle ni mendigaran, además muchos de los pequeños del municipio trabajaban desde muy temprana edad.
En ese contexto la Casa del Niño surge como un lugar de asistencia alimentaria, limpieza e incluso para que los niños tuvieran un lugar para dormir. Para ofrecer estos servicios se construyó un edificio, bajo la asistencia de Víctor Beltrí.
Recuerda el cronista Juan Ignacio Ferrández que en abril de 1920 se inauguraron los pabellones escolares y el jardín que diseñó el arquitecto cartagenero Lorenzo Ros Costa, y cuatro años después se sacó a concurso la construcción de un primer piso sobre la fachada principal que da a la calle Tolosa Latour. En 1928 se construyeron las aulas y un salón de actos a las que se accedía por la calle Real y en 1931 se completó el conjunto con la Gota de Leche en la que miles de niños salieron adelante gracias a la ración diaria que allí recibían.
La ‘Cantina escolar’ en 1923 servía unas 608 comidas diarias. Se organiza también el ‘Ropero escolar’ en 1918. En él trabajó Carmen Conde. Así surgirá una ‘Escuela al aire libre’ para -entre otros- los niños que comían allí y que por diversas razones sanitarias e higiénicas necesitaban ‘aire puro’. La hizo el arquitecto Lorenzo Ros como escuela graduada de seis secciones y además con biblioteca, museo, sala de conferencias, taller de trabajo, sala de vistas. En 1920 ya funciona la escuela Graduada San Fulgencio dirigida por Félix Martí Alpera.
A partir de 1921 se intenta construir una escuela de párvulos y de niñas en los terrenos colindantes y será Beltrí quien la diseñe. La construcción se inicia en 1928 y se terminará en 1930.
Al edificio también se añadió luego la llamada ‘Gota de leche’ cuyo objetivo era atender la lactancia infantil y evitar muertes asociadas a la enteritis. Se pone en marcha en la casa de Expósitos y luego se adjunta y construye un anexo especialmente diseñado para esta función en la Casa del Niño.
No hay que olvidar la Rifa Benéfica que arranca en febrero de 1918 y perdura hasta nuestros días. La rifa cumplía una función social "consustancial a la finalidad de la Junta de represión de la mendicidad en la medida en la que personas imposibilitadas y carentes de recursos económicos encontraban en ella un medio para obtener unos ingresos, equiparables a los de cualquier trabajador, sin tener que recurrir a la limosna para subsistir", indicaba Pedro Luis Moreno Martínez en el libro La protección a la infancia en Cartagena (1908-936): Instituciones e iniciativas.