MURCIA. Suelo decir en mis artículos que a la Historia le gusta juguetear con los acontecimientos y los personajes, pero, eso sí, dando grandes saltos en el tiempo. A veces, parece que lo que acontece ya ha ocurrido, como si fuese ese peculiar fenómeno psicológico o 'paramnesia' *, denominado —por los que saben—como el fenómeno déjà vu (ya visto, ya vivido, ya experimentado).
El filósofo alemán, escritor y profesor universitario F. Nietzsche (1878), en sus obras La gaya ciencia y Así habló Zaratrusta, solía hablar del "eterno retorno de la historia". Según su teoría, la historia no sería lineal, sino cíclica. Una vez cumplido un ciclo de hechos, estos vuelven a ocurrir 'en' y 'con' otras circunstancias, pero siendo básicamente semejantes.
Aunque, posteriormente, algunos filósofos han dudado si el pensador alemán se refería al eterno retorno como una verdad cosmológica o como un mero concepto intelectual o reto que refleja una koan** (característica psicológica que ocupa la estimulación consciente etérea y que transforma la consciencia, conocida como metanoia***). No obstante, su concepción ha permanecido a lo largo de la historia y nos ha llegado como un tópico filosófico y cultural hasta la fecha.
"Es un asedio y confinamiento político e ideológico en toda la regla. Es la pugna por el Gobierno de Madrid, entre Goliat (PSOE-UP) y David (PP)"
Este mismo déjà vu está ocurriendo desde el pasado viernes con la capital de España: Madrid ha sido sitiado y confinado por el Gobierno socialcomunista de Sánchez. ¿La excusa oficial? El alto número de afectados y contagiados por la covid-19, así como el número de fallecidos… ¿Pero, exactamente, qué es lo que hay detrás de este 'estado de alarma comunitario'? y ¿qué es lo que realmente esconde o intenta ocultar el Gobierno sanchista…? Para no andarnos con rodeos y circunloquios, la única excusa no es tanto el problema sanitario de la covid —que lo es, pero al mismo o menor nivel, que en otras provincias, tales como Navarra, Salamanca, Granada, Córdoba, Melilla, Barcelona, entre otras— sino qué partido político gobierna en Madrid y qué partido gobierna en España.
La respuesta es bien fácil y sencilla… y una vez más en esta 'España invertebrada', volvemos a toparnos de frente con la de charanga y pandereta de Machado, con la azul (de derechas) y con la roja (de izquierda), con la democrática y constitucional del PP y con la socialcomunista de Sánchez y sus amiguetes de la extrema izquierda radical. No busquen otro motivo, ni excusa. No lo hay. No lo van a encontrar, salvo el que he comentado. Es un asedio y confinamiento político e ideológico en toda la regla. Es la pugna por el Gobierno de Madrid, entre Goliat (PSOE-UP) y David (PP), pero en esta ocasión la honda de David no ha abatido al gigante y no ha podido cortarle la cabeza y presentarla como trofeo a sus votantes. Estos son los caprichos de la historia y sus 'bucles pararamnésicos', por desgracia para algunos y por suerte para otros.
Una vez metidos en este déjà vu político con marcados tintes comunistas y republicanos, convendría recordar un poco la historia del otro asedio y confinamiento de Madrid, aunque para ello tengamos que cambiar espacio-temporalmente las fechas, los protagonistas, las circunstancias y los hechos. Si regresamos por un momento —lo que dure este artículo— 83 años hacia atrás, nos encontraremos inmersos en los primeros meses del 'levantamiento' del 18 de julio de 1936… Dos bandos políticos, dos camadas militares —la Unión Militar Española (UME), formada por el sector conservador, y la Unión Militar de Republicanos Antifascistas (UMRA), por el de izquierdas— con ideales diametralmente opuestos y enfrentados por un odio incoercible y cainita, se disputan cruentamente el Gobierno de España.
Haciendo un paréntesis y aprovechando que el bando militar de izquierdas, en nuestra Guerra Civil, se auto denominaba "Unión Militar de Republicanos Antifascistas (¿?)", quiero, una vez más, recalcar el verdadero origen del fascismo y parar de una vez por todas (aunque no será la última) el engaño: "El fascismo siempre fue de extrema izquierda". Giovanni Gentile (1922) —filósofo del fascismo y coescritor de La doctrina del fascismo, junto a Benito Mussolini (1922)— llegó a declarar que "el fascismo es una forma de socialismo, y de hecho, es su forma más viable". Una de las reflexiones más comunes al respecto es que "el fascismo es en sí un socialismo basado en la identidad nacional". De esto se deduce que el calificativo Antifascistas de la Unión Militar de Republicanos es inapropiado, a la vez que redundante e innecesario.
Aunque todos los protagonistas de ambos bandos son distintos a los de hoy, no lo son en ideologías y creencias. Salvando las distancias espacio-temporales, Madrid sigue estando —a día de hoy— sitiado y confinado por expresa voluntad política del Gobierno sanchista, y no como en el 36, que fue por consenso militar. Entonces, el sector conservador apoyado por los militares de la UME quería a toda costa —incluso por las armas— conquistar Madrid y cambiar el Gobierno de la Segunda República. Ahora, es el propio Gobierno quien quiere –a toda costa— conquistar, arrebatar y remplazar el Gobierno de Madrid por otro, capitaneado por sus paniaguados y pesebreros conmilitones.
Bajo el nombre de La Batalla o la defensa de Madrid se agrupa un conjunto de episodios bélicos acaecidos en la zona de Madrid durante el transcurso de la Guerra Civil española. Entonces, hubo combates por tierra, mar y aire, calles y barrios, y Madrid fue asediada desde el norte por las tropas del general Mola y posteriormente desde el sudoeste por las tropas del general Franco. Hoy, bajo el mantra del ministro Illa, repitiendo una y otra vez —"que hay que actuar en clave sanitaria, escucho muchos argumentos de izquierdas y de derechas, pero ninguno sanitario y al virus hay que vencerle con medidas sanitarias"— los combates, capitaneados por el triunvirato Sánchez-Iglesias-Garzón, se suceden en todas las calles de los municipios madrileños —con excepción de algunos de la zona norte —en los hospitales, en los centros de salud, en los colegios, en las universidades, en las cafeterías, en los restaurantes, en los hoteles, en las tiendas de suvenires, en las pymes, en los comercios etc., etc.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son los brazos ejecutores para controlar todos y cada uno de los accesos de entradas y salidas de Madrid. De paso y como el que no quiere la cosa —con la excusa de erradicar la pandemia coronavírica— arrebatar el poder político municipal y capitalino al PP —el enemigo a abatir mucho antes que a la covid-19— cambiando un día sí, y otro también, el número de contagios para mantener el estado de alarma y continuar con el asedio y confinamiento de los madrileños y su Gobierno.
No sé si lo habré conseguido, pero para mí la actual situación que está viviendo España y de un modo especial, el pueblo de Madrid, no deja de ser un déjà vu, en su sentido más amplio. Todo esto (La batalla de Madrid) aunque no lo viví, ni en vivo, ni en directo —por mi edad— sí que "lo he visto" y "lo he imaginado" mentalmente con ayuda de los libros de historia, de esa Historia que no transcurre linealmente sino en ciclos y que "retorna eterna y burlonamente", una vez –en forma de "guerra"— y otra vez –en forma de "pandemia"— por suerte para unos y por desgracia para otros…
Notas
*paramnesia: alteración de la memoria caracterizada por la distorsión de los recuerdos; quien la padece tiene falsos recuerdos (que él cree verdaderos) y que sustituyen a los hechos reales que no puede recordar.
** Koan: es en la tradición zen, un problema —muchas veces absurdo, ilógico o banal— que el maestro plantea a su alumno para comprobar sus progresos en el pensamiento racional.
*** metanoia: del griego metanoien (cambiar de opinión, arrepentirse) denota una situación en que un trayecto ha tenido que volverse del camino en que se andaba y tomar otra dirección.
Pedro Manuel Hernández López es médico por la Universidad de Granada, periodista por la de Murcia y ex senador autonómico del PP por Murcia.