CARTAGENA. En diciembre de 2016 el Ayuntamiento de Cartagena anunciaba la compra del antiguo hotel Peninsular, inmueble situado en la calle Cuatro Santos número 3 y 5, por un importe de 505.000 euros y se justificaba dicho gasto porque el edificio administrativo del Ayuntamiento se quedaba pequeño y registraba "un acopio excesivo de funcionarios", decía por entonces Pepe López, alcalde de la ciudad.
Cinco años después y tras una denuncia por medio del PP -con posterior archivo de la causa- al considerar que López cometió "actuaciones ilícitas para beneficiar a los dueños del edificio", el futuro del Peninsular cae en manos de una regidora del Partido Popular. Arroyo considera una "herencia envenenada" este inmueble en el que nada se ha hecho y al que aun se le busca el uso.
"Yo no sé si lo hubiera comprado, la verdad", respondía la alcaldesa al ser preguntada por el futuro de este inmueble. "No sé si comparto la decisión" de adquirirlo hace seis años, "pero cuando adquirimos responsabilidades también adquirimos mochilas, herencias, algunas mejores y otras más envenenadas, pero tenemos que resolverlo", apostillaba Arroyo
Eso sí, la alcaldesa no eludió responsabilidades como jefa del Gobierno municipal y añadía que un espacio como éste, en el centro de la ciudad "tenemos que recuperarlo. El centro tiene que estar vivo y que esa actividad económica sea compatible con el descanso de los vecinos que viven en el centro".
Ahora bien, no dijo ni cuándo ni cómo estará listo el hotel Peninsular para usos públicos "estamos cerrando el presupuesto y hay muchas cosas pendientes para hacer, pero mi voluntad es que aquel patrimonio que tiene el ayuntamiento en desuso y mal aprovechado salga adelante, que es fruto de una buena gestión municipal".
Hace dos años, cuando la actual regidora era candidata para llevar el bastón de mando, propuso ofrecer al ministerio de Justicia el edificio como sede provisional para los juzgados de Lo Civil y Lo Mercantil, además, tuvo tiempo de darle la puntilla a López por la adquisición del hotel. "Se gastó medio millón de euros del dinero de los cartageneros en comprar un hotel cerrado y sin uso en la actualidad".
El Tribunal de Cuentas detectó, en un informe elaborado entre 2018 y 2020 que el Ayuntamiento de Cartagena era titular de seis inmuebles que nunca ha llegado a utilizarse desde que se incorporaron al patrimonio municipal. Entre ellos, decía el Tribunal de Cuentas, se encontaban la 'Casa de Isaac Peral', inmueble adquirido por compraventa en 2015, por casi 65.000 euros, con la intención de convertirlo en casa-museo; un 'Local en Planta sótano en La Aljorra', adquirido mediante donación, no habiéndose utilizado por no encontrarse en estado de uso; el 'Local nº 2 en Edificio Julieta II, Playa Honda', adquirido en 2017 mediante atribución en pago de deudas; el 'Centro de Conocimiento Digital y Creatividad Audiovisual' y el 'Edificio Hotel Peninsular', adquiridos en 2016 y 2017, respectivamente, ambos incluidos en la muestra seleccionada, y la 'Cafetería del Parque Torres', que revirtió al Ayuntamiento tras una concesión de uso sin que se haya formalizado una nueva concesión para su explotación, no indicando el Ayuntamiento la forma mediante la que se incorporó inicialmente al patrimonio municipal.