CARTAGENA. La empresa cartagenera especialista en desguaces Hermanos Inglés se ha quedado con otro submarino jubilado de la clase Galerna o Serie S-70 se trata del Mistral. Hace dos años ya hizo lo mismo con otro sumergible, en este caso fue el Siroco (S-72), el que acabó en manos de la empresa para extraer todo lo que, potencialmente, era aprovechable para su posterior venta.
Ahora le ha tocado al siguiente de la clase el Mistral (S-73) que el pasado mes de marzo salía a subasta por un importe de 136.000 euros. Ahora, una vez que se han resuelto las impugnaciones (porque hubo dos empresas que paralizaron el contrato), la firma cartagenera pondrá los cinco sentidos para tratar de sacar el máximo rendimiento a sus entrañas. El acero es el elemento más atractivo y el de mayor cantidad en el sumergible, pero, además están otros elementos como el plomo, cobre, latón, bronce y hasta níquel que pueden ser aprovechados para su posterior venta.
El casco resistente está fabricado con acero de 26 milímetros, lo que puede suponer cerca de un 60% del acero total del sumergible, tal y como confirmaba uno de los propietarios de la empresa a un medio de comunicación durante el desguace del Siroco. Explicaba, entonces, que la demanda es importante porque se pueden fabricar objetos de mucha calidad. Aportó, como curiosidad, que la empresa Otto Krümel había decidido adquirir acero para fabrircar un reloj sumergible con acero del casco resistente del S-72.
Por otro lado, el material del casco externo no tiene tanto espesor, el acero de esta zona del sumergible supondría otro 15% del total, por lo que podría ser adquirido por fábricas de acero.
A los sumergibles, además de aleación de hierro y carbono como principal material, los hace más valiosos la mayor proporción que contengan en níquel, por lo que la cantidad del mismo puede variar el valor submarino. El plomo, el cobre, el latón y hasta el bronce son otros de los elementos que la empresa se encargará de extraer para su posterior venta.
El desguace/reciclaje de buques abarca una amplia gama de actividades, desde retirar todos los aparatos y equipos para reducirlos hasta reciclar la infraestructura del buque. Constituye un reto por la complejidad estructural de los buques y por la gran cantidad de asuntos relacionados con el medio ambiente, la seguridad y la salud inherentes a dicho proceso.
La Organización Marítima Internacional (IMO), mediante la Resolución A.962 (23), adoptada el 5 de Diciembre de 2003, aprobó unas "Directrices sobre el reciclaje de buques" de carácter recomendatorio. La directriz más importante es la que recomienda la implantación de un "Pasaporte Verde" que acompañará al buque a lo largo de su vida útil desde su construcción y sea como un inventario de los materiales que se sabe que son potencialmente peligrosos. El Convenio Internacional de Hong Kong (2009) para la seguridad y gestión medioambiental racional del reciclado de buques, tiene como objeto garantizar que los buques que vayan a ser reciclados al finalizar su ciclo de vida no supongan un riesgo innecesario para la salud y seguridad humana o para el medio ambiente.
Hermanos Inglés es la empresa referente en el Puerto de Cartagena en el negocio de la chatarra. En 2021 alcanzaron las 100.000 toneladas de chatarra exportada, más de la mitad de lo movido en los muelles del Puerto
La demanda de países como Italia, Alemania, Gran Bretaña, Bélgica, Holanda, Austria, Francia, Portugal, Grecia, Turquía, India, Pakistán, Japón, China y Marruecos es creciente y la exportación de productos férricos que se embarcan en Cartagena ha sido habitual estos años.
Los residuos férricos (chatarra, vehículos fuera de uso- y equipos electrónicos) y no férricos (metales como aluminios, cobres, plomos, etc...), se envían a empresas (fundiciones, papeleras o gestores de plástico) convirtiendo los mismos en lingote, pasta de papel o granza de plástico respectivamente.