CARTAGENA. La falta de seguridad es un problema que denuncian todas las localidades del litoral. La Policía Local de los distintos municipios de la Región no siempre disponen de los recursos humanos suficientes para abarcar la gran cantidad de superficie que tienen a su cargo. La Manga Norte, Los Nietos o Los Urrutias son algunas de las localidades que han denunciado los problemas de seguridad que sufren, especialmente fuera de la temporada estival.
En el caso de Los Urrutias, no han tenido que esperar los vecinos al final del verano para ver como los problemas de seguridad ponen en peligro el día a día. Los famosos balnearios, dispuestos para facilitar el baño en la localidad ante el fango de la orilla en el Mar Menor, han sufrido distintos actos vandálicos que han obligado a plantear la posibilidad de cerrarlos durante la noche, algo que ha molestado a los vecinos, aunque entienden que se valore la posibilidad. "Las puertas están puestas, aunque de momento no se han cerrado. La violencia ha bajado en los últimos días, pero la posibilidad de cerrarlo se ha planteado", explica Rosell García, presidenta de los vecinos. "De momento no tienen cerradura y no se pondrán hasta que se celebre esa reunión. La explicación que nos dan es bastante lógica, hay destrozos que valen miles de euros y son a diario, también han puesto una denuncia por lo penal para que haya constancia de lo que está pasando. Así que han tenido que decidir tomar alguna medida antes de que lo destrocen todo y entonces nos quedemos sin balnearios para siempre. Rompen toldos, rompen palos, cortan cuerdas y arrancan tablas. Pagaremos justos por pecadores, pero siento decir que tenemos lo que nos merecemos porque no sabemos cuidar nuestro pueblo y lo poco que tenemos", escribió la Asociación de Vecinos en un comunicado de Facebook.
La presidenta de los vecinos apunta a la falta de seguridad el origen de estos problemas. "Si hubiera más seguridad, no pasarían estas cosas. Solo hay dos coches patrullas. Si no pueden venir, ¿qué haces? Son solo 3 o 4 tontos, la mayoría de los jóvenes no hacen nada. Los toldos se rompen… Sí, sentimos falta de seguridad", apunta García. "Debería haber más seguridad", añade.
Todo ello con un verano más en el que la falta de limpieza sigue siendo un debe. “Pedimos algo más de limpieza en las calles, jardines, más transporte público…”, afirma Rosell con cierta resignación. La seguridad de los pueblos del litoral sigue siendo un debe en los Ayuntamientos.