MURCIA. La fachada de la Catedral de Murcia ya luce sin lona. Ha sido este lunes cuando este emblemático edificio ha perdido al fin su cobertura para comenzar a desmontar el andamio, de forma que en breve los murcianos podrán observar el imafronte restaurado.
Por el momento, los trabajos de desmontaje han obligado a señalizar una parte de la Plaza del Cardenal Belluga, pues resulta peligroso acercarse al andamio en estos momentos por los peligros de que caiga algún material.
El doble andamio, de 32 metros de altura, cuenta con 7 plataformas para las visitas guiadas y 16 para los trabajos de restauración. Los trabajos de rehabilitación están completados en un porcentaje cercano al 90% y el equipo se centra ya en el acabado final en buena parte de la zona intervenida, aplicando una veladura con pigmento. Esta técnica se utiliza para modificar el color y apariencia de una superficie sin cubrir por completo las capas originales.
Murcia celebrará el próximo 11 de septiembre el espectáculo ‘Murcia 1200. El Sueño de Jaime Bort’, en la que será una de las últimas citas sobre el andamio de visitas que instaló Orthem hace un año y que, en ese momento, estará parcialmente desmontado. El evento estará enmarcado dentro de las celebraciones de la Feria de Septiembre y constituirá el pistoletazo de salida de uno de los actos conmemorativos del 1.200 aniversario de fundación de la ciudad.
Tras haber retirado los dos cuerpos más altos del andamiaje, el próximo 11 de septiembre a las 21:30 horas se desarrollará en la plaza del Cardenal Belluga un espectáculo abierto y gratuito.
El evento contará con una parte teatralizada y protagonizada por el actor murciano Julio Navarro, que interpretará al arquitecto Jaime Bort; y con otra parte musical de la mano de la compañía Belter Souls que interpretarán todo un abanico de géneros musicales durante el show. En total, una veintena de artistas de diferentes disciplinas participarán en esta representación creada expresamente para la ocasión.
El desmontaje del andamio supone un paso clave en la conclusión del proyecto, que ha permitido la devolución del esplendor y el valor arquitectónico a la Catedral de Murcia, considerada un icono del barroco universal.