MURCIA. La capacidad turística de la Región de Murcia se ha quedado estancada desde que diera comienzo la crisis del 2008. Pese a tener un clima envidiable y unos precios asequibles, el turismo no ha podido desarrollarse como debiera debido a la falta de plazas en los hoteles, que tan solo ha aumentado en 5.000 en los últimos 20 años.
En total, la oferta hotelera de la Región a finales del 2021 era de 21,248 plazas, 5.292 más que a finales del año 2002, de acuerdo con los datos proporcionados por el Registro de Empresas y Actividades Turísticas (ITREM). Este crecimiento, si bien supone un aumento del 33% en este periodo, resulta más bien escaso, pues se trata de una cifra estancada desde el año 2009, cuando se alcanzaron las 20.000. Desde entonces, la Comunidad murciana ha dado pequeños pasos hacia delante en su capacidad de absorber visitantes, así como alguno que otro hacia atrás.
Además de la caída que sufrió la oferta hotelera en 2014 como consecuencia de la delicada situación económica del momento, el otro momento de descenso en el número de hoteles disponibles fue precisamente en 2021 a causa de la pandemia.
Debido al efecto nefasto que ha tenido el coronavirus para el turismo, estos establecimientos se han visto en la obligación de lugar a contracorriente para poder seguir en el negocio, por lo que no es de extrañar que apenas haya nuevas caras en el negocio desde que comenzó la crisis sanitaria. De hecho, varios de los hoteles incluso permanecieron cerrados un tiempo puesto que no salía rentable mantener las instalaciones en funcionamiento. Por suerte, el buen funcionamiento de este pasado verano permitió a estos negocios nutrirse tras varios meses de ayuno.
No obstante, pese a que la capacidad máxima de alojamiento se ha mantenido estable, no es el caso con el número de negocios que mantienen sus puertas abiertas en la Región. De hecho, esta cifra ha descendido desde los 221 en total a finales de 2002 hasta los 219 en este pasado 2021.
En estos momentos, la Región cuenta con 3 hoteles categorizados como de 5 estrellas: el Príncipe Felipe, el Caleia Mar Menor Golf & Spa Resort y el Doubletree by Hilton La Torre Golf Resort & Spa. Esta situación se ha mantenido estática desde que abriera el último de ellos en 2010, pues las 732 plazas que suman entre los tres componen el total de la oferta regional en este tipo de establecimientos desde hace 11 años.
Por su parte, aquellos con 4 estrellas han sido los más beneficiados en este periodo, pues han conseguido doblar su cifra de plazas desde el año 2002 hasta las 11.034 en total, y han pasado de los 14 establecimientos a los 43. En consecuencia, se consolidan como la fuerza mayoritaria para el hospedaje en la Región. En cualquier caso, también ellos sufrieron el estancamiento del 2009 y la caída del 2021, pues la reducción de su oferta en 112 huecos ha sido la causante de la bajada en el número total de plazas durante el pasado año.
Por detrás le siguen los locales de 3 y 2 estrellas, que se han mantenido estables a lo largo del tiempo. De hecho, el número máximo de visitantes establecidos para los hoteles con 3 estrellas es de 4.997 desde 2016, mientras que los de 2 estrellas ofrecen alojamiento a un tope de 2.245 personas, una cifra sin apenas variaciones desde 2017.
Por otro lado, se aprecia una clara disminución en los hoteles de 1 estrella y en las pensiones, lo que muestra una clara tendencia del mercado hacia la potenciación de los grandes establecimientos turísticos y un menor número de pequeños negocios de hospedaje.
En concreto, las plazas de los hoteles de una estrella se han reducido en 119 en los últimos 20 años hasta las 893 en total en el último recuento. Peor fortuna han tenido las pensiones, que han pasado de ofrecer 92 establecimientos con capacidad para 2.332 visitantes a ofrecer 52 negocios con alojamiento disponible para 1.337 invitados, la mitad que a comienzos de siglo.
