CARTAGENA. Uno de los puntos a superar en la comarca del Mar Menor sigue siendo la llamada desestacionalización de La Manga. Una zona, gobernada por los ayuntamientos de Cartagena y San Javier, que año a año recibe elogios por parte de las instituciones como una zona poco aprovechada fuera del verano pero que, año a año también, sigue marginada cuando el verano llega a su fin. "Este año además todos los hoteles han estado cerrados", afirma con resignación Antonio Plaza, presidente de los comerciantes de La Manga y Cabo de Palos.
Con gran parte del año, salvo excepciones como en este 2022, con un clima inmejorable, llama la atención que la zona no tenga un mayor volumen de actividad. "Nos sentimos desamparados. Faltan mejores conexiones e invertir en infraestructuras. San Javier recibe gran parte de sus ingresos de La Manga, pero invierte muy poco", afirma Plaza, muy disconforme con la actuación de los ayuntamientos competentes en la zona. "Llevamos años sin hablar con ellos. Como les recordamos lo mucho que falta por hacer en la zona, dejan de escucharnos", añade.
Menos vehemente en este sentido, pero sin obviar la realidad, se muestran desde el Consorcio de La Manga. "Es cierto que seguimos teniendo una estacionalidad muy marcada. Falta dinamizar la actividad en la zona en temporada baja. Se están poniendo muchas iniciativas para que haya movimiento durante todo el año. Estamos hablando con un turoperador para atraer turismo en temporada baja, dotando de herramientas digitales para mejorar el funcionamiento de semáforos, marquesitas…Se está trabajando en ello", afirma Víctor González, gerente de La Manga. "San Javier está haciendo mejoras en el alumbrado, el asfaltado, en parques y jardines…Además el proyecto de ‘Smart City La Manga 365’ traerá mejoras como el control de aforos en los aparcamientos. Los que sucede es que la pandemia ha parado muchos proyectos", añade González.
Sin embargo, lo cierto es que La Manga, en pleno mes de marzo, sigue sin tener muchos de sus comercios abiertos ante la baja afluencia de gente. "La Manga tenía que ser de Cartagena porque es con el municipio más cercano. Pero eso a San Javier no les gusta y no lo van a admitir", añade Plaza. Mejoras como las proyectadas en Las Dunas, a la entrada de Cabo de Palos, aspiran a ser la punta de lanza de una desestacionalización que se sigue resistiendo.