CARTAGENA. La escasez de suelo sigue siendo uno de los grandes problemas a nivel no solo regional sino también estatal. En Cartagena este problema es especialmente acuciante por la existencia de un plan de ordenación urbana caduco. La alta demanda unido a esta escasez de oferta ha provocado que incluso zonas del municipio tradicionalmente más baratas para vivir, como es la costa de Cabo de Palos y La Manga durante el invierno, también hayan experimentado un crecimiento sustancial.
Según datos del portal inmobiliario Idealista, esta zona ha visto como los precios del alquiler aumentaban un 4,4% en el mes de noviembre respecto al mismo mes del año anterior. En el conjunto del municipio cartagenero, el alquiler se ha incrementado un 9,6% en el último año, mientras que, si solo se tiene en cuenta la ciudad de Cartagena, este aumento se dispara hasta el 11,5%.
El acceso a la vivienda en los últimos años se ha encontrado ante una tormenta perfecta que tiene difícil solución al menos a corto plazo. No es algo que afecte únicamente a la Región, sino que se extiende por toda la geografía española. Ante las dificultades para acceder a la compra de una vivienda, muchos ciudadanos miran al alquiler como opción para encontrar una vivienda en la que vivir. Sin embargo, también el alquiler se ha disparado en la Región en el último año. Si en el tercer trimestre de 2021 el esfuerzo de las familias para alquilar, esto es, el porcentaje de los ingresos del hogar necesario para afrontar el alquiler de una vivienda ha pasado del 26% al 30%, según datos del portal inmobiliario Idealista.
La tensión inflacionista que sigue marcando la economía europea sigue sin dar respiro al alquiler de la vivienda en la Región. Pese a que ha bajado un 2,5% en octubre con respecto al mes anterior, hasta alcanzar los 7,3 euros por metro cuadrado, en tasa interanual se mantiene con un incremento del 8,8%, según datos de idealista. El descenso registrado en octubre, no obstante, sitúa a la Región como la segunda en la que más ha bajado el precio del alquiler el pasado mes, tras Cantabria, donde se redujo un 5,9%.
Pese al cierto respiro del mes de octubre, el alquiler sigue enfrentándose a una tormenta perfecta: escasez de oferta, precios disparados y salarios bajos componen el escenario para acceder a una vivienda en la Región. Una circunstancia que afecta especialmente a los jóvenes, que como señalaba recientemente el Instituto de la Juventud, la cifra de personas de 16 a 29 años que residen fuera de su hogar de origen en la Región de Murcia ha disminuido un 24,16% en apenas un año. Este retroceso de la emancipación residencial se debe en buena medida a un empeoramiento significativo de la situación de los jóvenes en el mercado laboral. La Región soporta una de las tasas de empleo más bajas de España entre la población joven de 16 a 34 años, además de una muy elevada tasa de paro. La población joven ocupada presenta unos altos porcentajes de subocupación, jornadas parciales y temporalidad. Esta vulnerabilidad de los jóvenes en el mercado laboral se refleja en un débil poder adquisitivo, que dificulta las posibilidades de comprar o alquilar una vivienda libre.
Esta incapacidad para acceder a una vivienda tiene consecuencias sociales y económicas, según recoge otro informe elaborado por el Instituto de la Juventud en 2020 en el marco de la Agenda 2030, según el cual "la juventud se ha visto excluida del derecho a la emancipación y al ejercicio de una vida autónoma". El mismo informe refleja que los jóvenes se emancipan con 29,5 años, pero si en 2010 un 53,3% de jóvenes entre 18 y 34 años vivía aún con sus padres, el porcentaje subió en 2019 hasta el 64,5. A ello se agrega la "imposibilidad de acceder a una vivienda estable siquiera en régimen de alquiler" cuando la vivienda en propiedad, "que constituye un complemento a la pensión del que disfruta la inmensa mayoría de la tercera edad de nuestro país, está vedada de facto a toda nuestra juventud, lo que añade aún mayor incertidumbre a su futuro".
