MURCIA. La Ermita del Pilar, ubicada en el barrio de San Antolín de Murcia, luce ya totalmente renovada tras las obras de mejora emprendidas por el Ayuntamiento y el Cabildo de Cofradías, de la que será sede permanente. A la renovación de la fachada y cubierta del inmueble, llevada a cabo por el Consistorio, se suma la reciente remodelación interior del edificio realizado por el Cabildo. 

El Obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, inauguró las instalaciones en un acto que contó con la presencia del alcalde de Murcia, José Antonio Serrano; el concejal de Cultura, Turismo y Deportes, Pedro García Rex y el Presidente del Muy Ilustre Cabildo Superior de Cofradías de Murcia, José Ignacio Sánchez Ballesta.

El alcalde Serrano destacó que "este equipo de Gobierno, hace un año les entregaba las llaves de esta Ermita del Pilar, de titularidad municipal, respondiendo así a una demanda histórica del Cabildo y de la gran familia nazarena murciana".

El concejal de Cultura, Turismo y Deportes, Pedro García Rex, resaltó "la importancia de la renovación de un monumento emblemático para la ciudad, siendo una acción que suma a la promoción turística del municipio y revitaliza además el barrio en el que se encuentra ubicado."

Inaugurada en 1684

La Ermita consta de una sola nave, con falsa bóveda de cañón de escayola y cubierta de teja árabe a dos aguas sobre pendientes realizadas con cerchas metálicas y chapa metálica colaborante inclinada (esta última actuación fue realizada en las obras de rehabilitación llevadas a cabo en una de las últimas intervenciones).

Sus dependencias anejas se sitúan el lateral interior de la nave (con entrada independiente desde la calle del Pilar), y comprenden la sacristía, despacho y aseo en planta baja y dos despachos y aseo en planta primera. Asimismo, sobre el vestíbulo de acceso dispone de coro y campanario.

La documentación existente sobre el origen de la Ermita del Pilar, data su construcción a partir del año 1681, inaugurándose, al parecer, el 27 de diciembre de 1684. La ejecución de la obra se realizó entre la antemuralla y la muralla islámica, aprovechando un paño de ésta que aún es visible parcialmente en la actualidad, y se ubicó junto a la antigua Puerta de Vidrieros, acceso a la ciudad desde el arrabal medieval de San Antolín. 

La financiación de la obra corrió a cargo del corregidor Francisco Miguel de Pueyo, aragonés de nacimiento, que había llegado a Murcia en 1679 y fue objeto en el mes de agosto del año 1680 de un disparo a traición, quedando milagrosamente ileso gracias a que el proyectil se incrustó en un relicario de la Virgen del Pilar que llevaba colgado al cuello. El Corregidor Pueyo, agradecido a la Virgen de este nombre, decidió levantar la capilla. También puso el templo bajo el patronato de la ciudad, por lo que el Ayuntamiento de Murcia sigue siendo responsable de su conservación.

Con el paso del tiempo, la Puerta de Vidrieros quedó reducida al llamado Arco del Pilar, el cual se demolió en 1863, lo que obligó a realizar la fachada actual de la Ermita a la Calle del Pilar, decorada con un gran escudo real y dos laterales con las seis coronas de Murcia (falta la séptima corona que había sido concedida por Felipe V en 1709).

Desde entonces en diversas épocas se han realizado obras de reparación de la Ermita del Pilar. La anterior reparación de la Ermita, incluyendo la rehabilitación del interior de la misma, fue llevada a cabo por el Ayuntamiento de Murcia en el año 1995. En 2021 finalizaron los nuevos trabajos de restauración de su fachada y la reparación de sus cubiertas, lo que supuso una inversión de 155.590 euros. Los trabajos emprendidos por el Ayuntamiento consistieron en la limpieza, consolidación y restauración de paños de muralla en fachada lateral y escudos de fachada principal; la sustitución de esferas ornamentales de torre de campanario, desprendidas o deterioradas, por otras de piedra natural; la eliminación del zócalo de piedra existente en la fachada principal o la impermeabilización de la cubierta.

Tras la cesión de uso y el acto institucional de entrega de llaves, el Cabildo de Cofradías ha emprendido obras de acondicionamiento del interior del inmueble, consistente  en la reparación de todas las grietas existentes, eliminación de humedades en paredes, limpieza del retablo y reacondicionamiento del altar, acondicionado del acceso, pavimento laminado en la nave y presbiterio, obras de carpintería, pintura, instalación eléctrica y de alumbrado, instalación de aire acondicionado, sistema contra incendios e instalación de megafonía y sistema de video.