SAN JAVIER. Con la llegada del verano los ojos de mucha gente de la Región se ponen en La Manga del Mar Menor, que sirve de segunda residencia para muchos turistas y veraneantes. Sin embargo, y desde hace unos años, también ha visto cómo se ha incrementado la población para aquellos que prefieren vivir al lado del mar durante todo el año. Buscan mayor tranquilidad, alejándose del ajetreo de la gran ciudad. Este incremento de la población se percibe especialmente en la zona de Veneziola, por el kilómetro 16 de La Manga, según comentan vecinos de la zona.
"Nos lo dicen en los comercios, como en la farmacia. Están viendo más gente que no solía ir, se nota que hay más movimiento. Hay menos pisos disponibles, tanto para alquilar como para vender… Se nota más población. Los restaurantes están abiertos todo el año, lo que muestra que hay gente", cuentan desde la asociación de vecinos de Veneziola. "El supermercado que tenemos también está abierto todo el año", añade.
La singularidad de La Manga, con una sola salida y entrada, advierte a su vez necesidades de infraestructuras que los vecinos siguen sin ver atendidas. A las demandas en cobertura sanitaria y de servicio de bomberos, se suman otras que impiden que el día a día sea cómodo. Caminar por determinadas zonas se antoja complicado, teniendo que recurrir al coche. "El paseo marítimo, tan prometido, sigue sin estar acabado. Hay muchas zonas que no tienen acera, lo que genera un peligro si quieres andar por la ‘acera’, por llamarlo de alguna manera, porque no hay acera como tal", señalan los vecinos. "Es algo que no nos explicamos, porque en San Javier si se han acometido reformas. Estuve veraneando aquí mucho tiempo, me fui y volví ya para vivir en 2015, y son las mismas infraestructuras que la primera vez que vine", se queja con amargura Joaquín Carrasco, uno de los representantes vecinales de Veneziola.
"Nos faltan infraestructuras. Venimos reclamando que terminen de construir el final del paseo marítimo… El transporte por la noche es insuficiente, en muchas zonas hay poca iluminación, lo que supone un foco de accidente. Necesitamos más mejoras de las que tenemos ahora", señalaba ya el pasado mes de septiembre el presidente de los vecinos de Veneziola, Pedro Sánchez.
"Hay muchas deficiencias. La playa sigue sin tener acceso para minusválidos, el alcantarillado es pequeño y en cuanto hay lluvias todo se convierte en un lago", apunta Carrasco. "Muchas veces te da que pensar y te queda la sensación de que nos toman por tontos. El 25 de junio queríamos celebrar unas fiestas del barrio, el ayuntamiento no nos ha concedido la subvención, la conseguimos por otro lado y entonces nos dicen que no nos dan permiso para celebrarlo. Recaudan muchos impuestos para hacer bastante más de lo que han hecho", señalan los vecinos.