tribuna libre / OPINIÓN

La dependencia en los exámenes o crónica de un fracaso educativo

30/01/2021 - 

MURCIA. Parece que los exámenes online nunca fueron una opción. El Consejo de Gobierno de la UMU ha decidido mantener la presencialidad en las pruebas de evaluación por una mayoría arrolladora y ni siquiera estoy sorprendido. Ningún estudiante se planteó en serio ni por un momento que fueran a cambiar la modalidad a estas alturas.

Definitivamente esto puede y debe ser criticado desde el punto de vista sanitario (Murcia tiene una incidencia acumulada de más de 1.000 casos cada 100.000 habitantes), pero tampoco debemos olvidar que se ha tomado esta decisión en parte para evitar que los alumnos copien en sus exámenes. Un miedo más que fundado cuando estos son la única valoración real del alumnado en todo el curso.

"MIENTRAS LOS PROFESORES NO CONOZCAN LA DIFERENCIA ENTRE ESTUDIAR Y APRENDER SEGUIREMOS ESTANCADOS EN ESTA SITUACIÓN"

Sin embargo, hay un problema de fondo que llevamos ignorando demasiados años y es que el hecho de que el alumno de universidad pueda copiar un examen entero para sacar la nota máxima es un fracaso completo del sistema educativo. Fomentar que los estudiantes vomiten todo lo que llevan en su cabeza como principal medida de evaluación es un despropósito cuando tenemos la mayor fuente de información jamás creada en nuestro bolsillo pero, en lugar de enseñar a administrar estos datos que ya estarán garantizados en el día a día, resulta más cómodo mantenerse en métodos ya anticuados antes de la revolución de las tecnologías. Unas tecnologías que tampoco enseñan a aprovechar, debo añadir.

En función de estos planteamientos, el sistema se fundamenta en los exámenes como única medida fiable de evaluar los conocimientos del alumno y deja al trabajo del curso en un triste segundo plano. Aún resulta más evidente para los universitarios que deben observar cómo se deciden asignaturas de contenido exclusivamente práctico en exámenes tipo test.

Si no se justifican las respuestas ni se utiliza el razonamiento de cada estudiante como persona individual es imposible que los conocimientos se adquieran realmente, a lo sumo se hará uso de ellos durante la evaluación y luego si te he visto no me acuerdo. Sé que resulta difícil de creer, pero cuentan las lenguas antiguas que una vez hubo maestros con verdadera vocación didáctica y realizaban exámenes dónde quedarse en blanco no era una opción y el conocimiento del alumno no se medía por la dureza de los codos, sino por la intensidad con la que la información había sido asimilada. No es imposible.

Tuve en su día una profesora de Historia que explicaba cada suceso en función de sus causas y consecuencias en vez de seguir el modelo habitual de presentarlo todo como un bloque. No se imaginarían la diferencia que existe entre machacar las características de los nacionalismos y comprender realmente cómo surgieron y por qué. Rara vez los docentes se preocupan por enseñar el porqué de las cosas, por lo que mientras los profesores no conozcan la diferencia entre estudiar y aprender seguiremos estancados en esta situación.

Para concluir me gustaría que fuéramos sinceros por un momento: no todo el mundo comparte mi preocupación. Es probable que el pensamiento de "oye, pues algo de razón lleva" aparezca con relativa frecuencia, aunque, a la hora de la verdad, estamos tan acostumbrados a un método que rechaza el pensamiento propio que cuando alguien hace un ligero intento por implementarlo es habitual sentir pánico ante lo desconocido para volver a abrazar, con más fuerza si cabe, el viejo sistema de la memorización. Sé que es complicado cambiar lo establecido, no pido causar una revolución de la noche a la mañana, pero sí defiendo que una ración de escepticismo con el sistema acompañado de una pizca de autocrítica no hará daño a nadie.

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