CARTAGENA. El entorno del Mar Menor es uno de los claros ejemplos en la Región de Murcia de la falta de planificación urbanística durante décadas. Ha tenido que suceder un colapso de la laguna salada en los últimos años para que las distintas administraciones hayan entendido la necesidad de ordenar el territorio. Las conclusiones que arroja el informe elaborado por el arquitecto Rafael Pardo para el Consejo Económico y Social de la Región de Murcia (CES) son demoledoras. El entorno del Mar Menor acoge a cerca de 200.688 habitantes y está formado por 144 núcleos de población agrupados en ocho municipios. “El territorio estaría marcado de grandes deficiencias en la oferta de servicios y en las conexiones de transporte. La calidad de vida en sus núcleos urbanos es deficiente y el desarrollo de estos encamina a estas ciudades y pueblos a un retroceso en la sostenibilidad territorial por la cantidad de desplazamientos que deben hacer los vecinos para cubrir sus necesidades”, desliza el informe del CES.
Según recoge el CES, el número de viviendas construidas en esta área casi alcanza al número de habitantes que residen en los ocho municipios (Murcia, Cartagena, San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares, La Unión, Torre Pacheco y Fuente Álamo) que miran al Mar Menor: 177.134 casas. "Ahora bien, si se tienen en cuenta todos los terrenos que en su momento fueron calificados por los ayuntamientos con alguna Figura urbanística que permitiera construir sobre ellos, la cuenca podría albergar otras 111.408 viviendas más que están previstas en los diferentes desarrollos municipales", añade.
El suelo calificado como urbanístico de la cuenca vertiente del Mar Menor se concentra en las pedanías de Murcia y en La Manga del Mar Menor. "En el primer caso es notable la influencia de la pretendida expansión de los resorts en torno a los existentes en las pedanías al norte de la cuenca vertiente del Mar Menor, y en el segundo la culminación del modelo turístico residencial que se ha venido aplicando en La Manga en los últimos años. Por el contrario, en las entidades al sur de la cuenca vertiente del Mar Menor pertenecientes a Cartagena, y en la zona centro, en Torre Pacheco, se ubican los territorios con un menor porcentaje de suelo calificado", justifican desde el CES.
Para poner un ejemplo de la falta de coordinación a la hora de ordenar el territorio, el CES señala que la mayor densidad de vivienda construida actualmente se da en el litoral del Mar Menor, en Los Alcázares, mientras que la mayor densidad de vivienda prevista no construida en suelo urbano se da en las pedanías de Murcia y Fuente Álamo, y la mayor densidad de vivienda prevista no construida en suelo urbanizable se obtiene en Cartagena (Beal, Novo Carthago) y en San Pedro del Pinatar (Loma de Arriba).
El informe abunda en la falta de planificación, traduciéndose todo "en una organización territorial individualizada y no de conjunto con estructura de comarca", apunta. "La relación entre el suelo calificado respecto al total debería, con la finalidad de reducir el consumo excesivo de suelo, tender a cero. Sin embargo, en el análisis realizado se comprueba cómo en más de la mitad de la superficie de la cuenca vertiente del Mar Menor, el indicador supera el 50% y tan sólo en un 0,93% de la superficie el indicador queda por debajo del 5%", afirma el informe.
El informe señala que el desigual reparto de la población junto a la falta de suelo destinado a actividades económicas genera "desde el punto de vista de la sostenibilidad territorial, la búsqueda de un consumo racional de suelo y de recursos y la movilidad sostenible, unos resultados negativos con carácter general en todo el ámbito". Todo ello se une a que actualmente no hay en vigor un Plan de Ordenación Territorial de la Cuenca Vertiente del Mar Menor que pueda empezar a equilibrar un entorno urbano y ambiental que no ha tenido la atención necesaria.