ORIHUELA. La intención de la Conselleria de Educación de transformar el IES El Palmeral de Orihuela en un Centro Integrado de Formación Profesional, el primero de la Vega Baja, ha caído como un jarro de agua fría entre la comunidad educativa. Pese a que se trata de una reivindicación desde hacía varios años en la comarca, el objetivo pasaba por la construcción de un nuevo centro, no con el desmantelamiento de uno ya existente. Y es que el alumnado de la ESO y Bachillerato del IES El Palmeral será reubicado en barracones en el IES Gabriel Miró, según ha avanzado la Conselleria. Por tanto, por el momento, no se ha desvelado qué inversión acompañará a este nuevo Centro Integrado, ni en las propias instalaciones de El Palmeral, que tendrán que adecuarse a la nueva oferta educativa, ni en el IES Gabriel Miró que deberá acoger al alumnado de otras etapas educativas de El Palmeral.
El equipo de gobierno de Orihuela valoraba "muy positivamente" este anuncio esta semana. Sin embargo, reconocían que, por el momento, no se ha definido cuáles serán los nuevos ciclos de Formación Profesional que se impartirán a partir del próximo curso, ni si hay dinero para dotarlos de las infraestructuras necesarias. La Formación Profesional, dependiendo de la especialidad, conlleva habitualmente una inversión mucho más alta que la apertura de nuevos cursos de Secundaria o Bachillerato. Mientras que este tipo de educación necesita aulas convencionales y profesorado de las diferentes materias, en el caso de la Formación Profesional hay que dar un paso más allá. Así lo reconocía el propio edil de Empleo, Víctor Valverde: "habrá que esperar a ver qué ciclos se impartirán, pues no necesita la misma inversión una formación profesional relacionada con laboratorios, que una de un taller industrial". El abanico, añadía, puede ir "desde unos pocos de miles de euros a un millón".
El problema es que, a diez meses de que arranque el nuevo curso (el Centro Integrado de FP empezará a funcionar, previsiblemente en septiembre de 2025), no hay ningún anuncio de cuál será la oferta educativa y, por tanto, de la inversión que será necesaria para ponerla en marcha. En el caso de los talleres de mecánica, por ejemplo, la inversión suele ir acompañada del montaje de un taller, mientras que las ramas relacionadas con procesos industriales requieren la instalación de esa cadena de montaje y naves para albergar fábricas. El edil de Educación, Vicente Pina, se mostraba convencido de que "en estos meses dará tiempo a tenerlo todo listo para el arranque del nuevo curso". Una afirmación que atendiendo al historial en la ciudad en lo que a infraestructuras educativa se refiere, muchos cogen con escepticismo. El tercer colegio de la Costa, sin ir más lejos, lleva ya más de dos años de retraso, y eso que se trata de un centro instalado exclusivamente en barracones. Los mismos barracones que tendrán que instalarse en el IES Gabriel Miró, por ejemplo, para acoger al alumnado de ESO y Secundaria de El Palmeral.