MURCIA. Adaptar su actividad y recursos a las necesidades del tejido empresarial es el primer paso para consolidar los centros tecnológicos dentro del Plan Estratégico de I+D+i de la Región de Murcia.
Así lo explicó este lunes la consejera de Empresa, Industria y Portavocía, Ana Martínez Vidal, en una reunión con los responsables de los nueve centros tecnológicos regionales (Calzado y plástico, Mármol y piedra, Mueble y madera, Conserva y Alimentación, Metal, Energía y Medio Ambiente, Construcción, Naval y Mar y TIC). En total, recibieron 5 millones de euros de financiación europea en 2019 a través del Info, que además cede la mayor parte de los espacios donde se ubican los centros.
Vidal, destacó que "el objetivo es poner en común la tecnología que generan, a qué sectores productivos pueden servir, y entre todos diseñar una estrategia de tecnología que contribuya al diseño del futuro Plan Industrial de la Región de Murcia”, explicó.
La Comunidad y los nueve centros tecnológicos de la Región de Murcia acordaron crear una red de coordinación que les permita intercambiar conocimientos y tecnología y que, además, facilite la cooperación con otras redes de centros de ámbito nacional e internacional.
La red de colaboración, además de enriquecer los procesos de creación de I+D+i, facilitará el acceso de las empresas que se nutren de sus investigaciones a las tecnologías que desarrollan los centros, y abrirá el abanico para que empresas de otros sectores productivos puedan aprovechar esos conocimientos de forma transversal.
La consejera añadió que “la cooperación hará a los centros más fuertes y más competitivos y, además, al compartir recursos entre ellos, maximizaremos el impacto empresarial y garantizaremos la eficiencia de los recursos públicos que destinamos desde la Administración regional”.
La creación de esta red se desarrollará en cuatro fases, “que están diseñadas para adecuar los recursos públicos, de forma que garanticen unos resultados óptimos, es decir, que la I+D+i que desarrollan se adapte a las necesidades reales de las empresas de la Región para que puedan aplicarla y elevar su productividad o crear nuevos productos y servicios”, aclaró Martínez Vidal.
En la primera fase, el Instituto de Fomento y los centros tecnológicos elaborarán un mapa de conocimiento de los sectores empresariales a los que sirven ahora y a los que se pueden dirigir de manera secundaria, así como las tecnologías emergentes que están desarrollando en la actualidad. Durante la segunda fase se revisarán los servicios de I+D+i de cada centro, su capital humano y los proyectos que desarrollan.
En tercer lugar, personal técnico del Instituto de Fomento evaluará el grado de tecnificación de los sectores productivos que se enmarcan en cada actividad para determinar, en cuarto lugar, las necesidades que existen en cada uno de los sectores empresariales para ajustar los servicios que les ofrecen los centros tecnológicos a sus demandas de desarrollo.