MADRID. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) realiza un seguimiento periódico y continuado de las aguas de los embalses de la cuenca para la detención temprana de concentraciones de algas que pudiera a afectar a la calidad de los recursos hídricos.
Desde el pasado año, técnicos de la Comisaría de Aguas de la CHS han desarrollado un protocolo propio para reforzar el seguimiento y prevención temprana de los denominados 'bloom algales', a la vez que ha puesto en marcha un control específico que amplía el seguimiento y los muestreos a realizar en los 17 embalses objeto de estos análisis.
Un posible exceso de algas hace que las aguas pierdan calidad, transparencia y el flujo se vuelve bajo o lento. Como consecuencia de esto se produce un aumento de la temperatura y generación de diversos elementos no deseados, que pueden producen variaciones perjudiciales en el estado trófico de los embalses.
Al respecto, la CHS ha graduado el nivel de control en función de los resultados históricos de cada embalse y de los usos para los que se destina el agua almacenada.
De este modo, cada masa de agua tiene un protocolo interno de actuación para detectar estos episodios. Así, los operarios de los embalses son lo que realizan una primera inspección visual diaria, mientras que el personal que forma parte de las redes de seguimiento de control de calidad de las masas de agua continentales lleva a cabo una inspección mensual con la toma de muestras, para su posterior análisis en laboratorio.
Cuando se visualiza la presencia de tapetes algales en superficie y/o coloración inusual del agua, se pone en marcha el protocolo de actuación de todo el personal implicado.
Una vez confirmado un episodio de proliferación de algas, se lleva a cabo un seguimiento de la evolución del mismo y se remiten avisos a las administraciones y usuarios potencialmente afectados (Ayuntamientos, comunidades de regantes, Mancomunidad de Canales del Taibilla, etc.)
Las algas son un grupo de plantas que están presentes de forma natural en todos los cuerpos de agua. Abarcan una gran diversidad de organismos, desde células individuales hasta organismos multicelulares. Las algas utilizan la luz solar para elaborar materia orgánica mediante la fotosíntesis.
Aunque son una parte importante de cualquier ecosistema, el nivel de concentración de algas puede afectar al equilibrio ecológico. Excesivas proliferaciones de algas en lagos y embalses alteran el equilibrio natural del medio acuático, disminuyendo la calidad del agua. Si algún tipo de alga empieza a crecer rápidamente, puede llegar a asfixiar a otros organismos que viven en el agua.
Cuando se produce este fenómeno, las condiciones fisicoquímicas del agua cambian, volviéndose demasiado densas y adquiriendo un color verdoso-azulado, marrón-amarillento o rojo, dependiendo del tipo de alga predominante, fenómeno conocido como de eutrofización del embalse.
