La evolución reciente de la pandemia de covid-19 en la Región de Murcia es cada vez más preocupante. A pesar de las advertencias de las autoridades sanitarias, regionales, nacionales e internacionales, la mayoría de la población tenía o deseaba tener la percepción de que una vez superada la fase inicial de la propagación de la enfermedad la pasada primavera, la anunciada 'segunda ola' se desarrollaría a partir del otoño y con menor intensidad. Desgraciadamente, la realidad es otra, ya que tras la caída de la cifra de contagios en junio, su número ha aumentado progresivamente.
El aumento de las relaciones interpersonales, la necesidad de la reactivación económica de sectores tan estratégicos como el turismo y la dificultad para poner en marcha estrategias nacionales e internacionales eficaces para el control de la infección han contribuido a este nuevo aumento del número de infectados en el territorio nacional.
En la Región de Murcia, según datos de la Consejería de Salud a 19 de agosto, hay 1726 casos activos y 100 casos con ingreso hospitalario, de los cuales hay 17 casos en UCI. Aunque la proporción de individuos asintomáticos o con escasez de síntomas es mayor que en primavera, el riesgo de transmisión del virus sigue siendo un serio problema.
También ha variado el porcentaje de casos por grupos de edad, ya que se observa que el porcentaje de casos jóvenes ha aumentado respecto a la población de mayor de 50 años y es significativo el que hayan fallecido 3 personas la última semana tras el último fallecimiento ocurrido a principio de julio.
Aunque el control de la infección por los Sistemas de Salud debe ser el objetivo prioritario, la actividad escolar debe comenzar el próximo septiembre reduciéndose el riesgo de contagio todo lo posible. Es importante la elaboración de planes de contingencia para distintos escenarios en función de la situación sanitaria.
En una reunión conjunta reciente de las Consejerías de Educación y Salud de la CARM se ha propuesto un modelo de semipresencialidad, complementado con estrategias como el refuerzo educativo, el apoyo a los centros (contratación de personal) y ayudas a familias y ayuntamientos.
La potenciación de la enfermería escolar, la aplicación de protocolos de detección de síntomas o la realización de test son medidas que pueden contribuir a la proteger a escolares y personal de los centros frente al virus.
Se ha publicado recientemente un documento de consenso multidisciplinar de expertos españoles para mejorar la lucha contra el Covid19 mediante una estrategia integral. El documento se divide en cinco recomendaciones clave: 1) uso de la mascarilla, distanciamiento e higiene de manos; 2) detección precoz (un rastreador por cada 4000-5000 habitantes y rastreo de virus en aguas fecales); 3) uso de tecnología (app de rastreo); 4) realización de pruebas PCR y 5) actividades complementarias de prevención de la infección (limpieza de espacios públicas y campañas de información y concienciación).
La estrategia se basa en los siguientes puntos: prevenir que las personas asintomáticas o con síntomas leves se transformen en pacientes graves; búsqueda activa y enérgica de posibles casos positivos; zona básica de salud como unidad territorial sobre la que trabajar; cribado selectivo o masivo con pruebas PCR; la tecnología como elemento aglutinador, tanto por parte del sistema de salud como por los ciudadanos; la revisión de resultados de las estrategias; la concienciación social a través de la publicidad masiva; la inversión en el sistema a largo plazo (estudio de restos de virus en aguas fecales); y la cohesión del sistema sanitario.
Además de los recursos materiales y humanos, los planes de gestión de la crisis o la respuesta de los Sistemas de Salud, es fundamental de que tanto los gestores, técnicos, dirigentes políticos y como el resto de la población se impliquen en los mismos objetivos: control de la enfermedad, reactivación de la economía y adaptación a una nueva realidad.
Siguiendo a Darwin, la supervivencia de una especie depende más de la adaptación a su entorno que a sus cualidades físicas (fuerza, resistencia) y en la especie humana la adaptación a la nueva realidad pasa por aprender a convivir con la amenaza del covid19 durante un tiempo todavía indeterminado. Se desconoce cuándo estará disponible una vacunación masiva que sea eficaz o si el virus acabará por autoextinguirse. Hasta que llegue ese momento, la adaptación del ser humano a esta nueva realidad será más fácil si se actúa colectivamente y sin enfrentamientos.
Luis Ruano. Coordinador Grupo de Trabajo Salud de Ciudadanos Región de Murcia