CARTAGENA. La administración municipal de Cartagena gasta alrededor de diez toneladas de folios a lo largo de todo el año. A pesar de que el proceso de digitalización es un hecho, el uso de papel para las notificaciones es muy significativo, tanto que para este próximo año, el Ayuntamiento ha previsto una inversión aproximada de 20.000 euros para los cerca de 4.000 paquetes de 500 folios que gastan a lo largo del año.
Se estima, en virtud de las necesidades de la administración en años anteriores, una cantidad de 3.970 paquetes anuales. Por otro lado, el presupuesto base de licitación, entendido como el límite máximo del gasto que en virtud del contrato puede comprometer el órgano de contratación, incluido el impuesto sobre el Valor Añadido es de 26.000 euros con impuestos incluidos, siendo el precio máximo del contrato.
El papel que se usa en los servicios municipales es para realizar las notificaciones de los actos administrativos a las personas físicas, estimándose un volumen total aproximado de envíos postales al año de 330.854 de cartas entre ordinarias y certificadas.
En 2023, en el Registro General constan 80.900 entradas a día de hoy de las cuales, 42.000 son telemáticas de ciudadanos. El ahorro de papel en la entrada del registro es del 100%, puesto que las restantes 38.900 entradas presenciales de ciudadanos, se digitalizan en las oficinas de registro y se derivan desde Registro General en formato electrónico a los distintos servicios municipales que tramitan todos los expedientes municipales en formato electrónico.
A lo largo de la legislatura el Ayuntamiento ha optado a diferentes ayudas procedentes de los fondos europeos para avanzar en el proceso de digitalización de la Administración. Los fondos que se solicitaron estaban dirigidos fundamentalmente a cuatro líneas de actuación en la digitalización de la administración, donde el equipo del Centro de Proceso de Datos tuvo especial protagonismo. Fruto de la misma se ha puesto en marcha el desarrollo y adecuación de los centros de proceso de datos (CPD) para la recuperación de desastres y virtualización del puesto de trabajo. La nube es un modelo de tecnología de la información que permite el acceso a una amplia gama de servicios y aplicaciones en línea, desde cualquier lugar y en cualquier momento. El ayuntamiento ha decidido adoptar esta tecnología para mejorar su eficiencia y flexibilidad en la gestión de sus cargas de trabajo.
La virtualización de entornos en la nube permite la compartición de recursos hardware existentes, lo que significa que se pueden utilizar de manera más eficiente. Esto se traduce en una reducción significativa de los costos de infraestructura, ya que se evita la necesidad de adquirir nuevos recursos para cada proyecto individual.