Fotos: FCC
CARTAGENA. El entrenador del Fútbol Club Cartagena, Julián Calero, aseguró este martes que "dolió la derrota ante el Burgos y la forma en que se produjo" y al mismo tiempo dejó un recado a su plantilla. "No voy a permitir que haya pesimismo", aseguró siendo consciente de que el equipo es otra vez en el colista de LaLiga Hypermotion y está a ocho puntos de la zona de permanencia.
El técnico blanquinegro compareció en rueda de prensa tres días después del 0-3 encajado contra el Burgos Club de Fútbol en el estadio Cartagonova y a dos días de visitar a la Sociedad Deportiva Huesca, rival directo en la lucha por la salvación, un partido fijado para las siete de la tarde del jueves en El Alcoraz, donde el Efesé cerrará la primera vuelta y el año 2023.
"Nos hace mucha falta acabar con una victoria en Huesca", dijo Calero, cuyo equipo suma 15 puntos en 20 jornadas y aparece a ocho del filial del Villarreal Club de Fútbol, que es el que marca la línea de la permanencia.
El de Parla no ocultó que el revés del sábado y también el hecho de que el Villarreal B ganase anoche al Real Valladolid por 1-0 pesa. "Claro que afecta la derrota y verte a ocho puntos. Sería hipócrita decir que no pasa nada y afecta porque el equipo es sensible. Me dolió, más que la derrota, la forma en la que se produjo. Está claro que se perderán partidos pero queremos generar una dinámica en la que ganemos más que perdamos", afirmó.
"No hay tiempo para lamentarse. Tenemos que centrarnos en sumar puntos nosotros y no depender de que los otros equipos ganen o pierdan. Ante el Burgos perdimos solidez y debemos ser fuertes en todos los momentos y circunstancias de un partido. No podemos perder la identidad por ir perdiendo", señaló también.
El preparador blanquinegro sabe que hay mucha competición por delante -22 jornadas- y, aunque da importancia a cada encuentro, sabe que no es bueno hablar de finales.
"No queremos dar pasos atrás y deberemos trabajar mucho y hacer un gran esfuerzo para superar esta situación empezando por este partido, que es importante pero ni mucho menos una final", comentó y añadió que "en las segundas vueltas pasan muchas cosas y el objetivo es estar en un pelotón de equipos que estén en disposición de disputar la permanencia en igualdad de condiciones".
En ese sentido mantenerse firmes es clave. "La derrota del sábado ha hecho que pueda haber cierto pesimismo que yo no voy a permitir en la plantilla. Quiero ser optimista aunque entiendo lo que se piense. Esto no será fácil, pero creemos en que podemos hacerlo y vamos a por el partido de Huesca, en el que una victoria daría motivos a la gente para volver a creer", manifestó el madrileño, quien no podrá contar con su hijo, el lateral derecho Iván Calero, quien está sancionado; ni con el centrocampista Juan Carlos Real y el delantero Alfredo Ortuño, ambos con molestias. Estas bajas se unen a las de los defensas Kiko Olivas y Arnau Solà y a la del extremo David Ferreiro, igualmente lesionados.
Del rival que tendrán enfrente pasado mañana, que es decimonoveno con 19 puntos sumados -también en zona de descenso- y viene de perder por 2-1 en el campo del Levante Unión Deportiva, Calero resaltó lo siguiente: "Está en una situación similar a la nuestra porque tampoco esperaba encontrarse en posiciones de descenso. Los dos estamos pelando e intentando revitalizarnos y podemos dar un empujón".
Preguntado por el mercado de invierno dijo que no es el momento de hablar de ello. "Analicé las necesidades de la plantilla pero lo que toca ahora es hablar del partido contra el Huesca. Yo quiero aquí a jugadores que quieran estar y no hay ninguna decisión tomada a día de hoy", aseveró.