CARTAGENA. Por segundo año consecutivo, Jimbee tendrá que mirar la Copa de fútbol sala por la televisión. No son buenos tiempos para la parroquia cartagenera, toda vez que este año sí esperaban meterse entre los ocho primeros de la clasificación en la primera vuelta y disputar así el torneo copero. Plantel había, pero los tiempos dictan que el equipo sigue verde para competir de forma regular ante los grandes. Ni el aliciente de rozar con los dedos una clasificación que hubiera sido importante a nivel deportivo y de marca permitió a los de Duda sacar un partido que se le volvió a escapar por la gatera, después de ir ganando ante un rival que venía tocado. La apuesta de Jimbee por el proyecto es firme, tras volver a reforzar el equipo y centrar todo el esfuerzo de patrocionio en el equipo cartagenero, desligándose del Roldán FS. De ahí que a comienzos de temporada estar en la Copa de Málaga era uno de los objetivos.
No ha sido capaz Duda de inyectar la competitividad que siempre han mostrado los planteles del brasileño. Su llegada vislumbró un equipo más ordenado, intenso en la presión y con unas ganas de agradar que se fueron diluyendo. El empate ante Inter Movistar parecía augurar un despegue que se quedó por el camino. "La Copa es una ilusión, el playoff un objetivo", llegó a decir Duda como aviso a navegantes. El equipo sigue teniendo carencias en la concentración defensiva, no logra armar un juego fluido y peca de la falta de un rematador. "Si nos cuesta tanto marcar debemos ser mucho más listos y más contundentes defendiendo y lo que pasó es que fallamos en todos los goles en cosas que hemos hablado bastante", indicó tras el último encuentro el de Florianópolis.
Era consciente el técnico brasileño que no tenía mucho margen para reconducir la nave tan pronto después de un comienzo en el que el equipo cartagenero volvió a derrapar muy pronto. Cinco puntos de 18 posibles en las primeras seis jornadas han sido un obstáculo insalvable para los cartageneros. Algo que ya les ocurrió la temporada pasada, donde tras una primera vuelta nefasta, una notable segunda mitad del curso no les alcanzó para colarse en el Playoff por el título.
"Asumo la responsabilidad y no de boquilla. Mi filosofía es la de convencer a los jugadores para que encuentren soluciones y no supe hacerlo. Creo que sé hacerlo, pero en la práctica no lo estoy haciendo para que el equipo sea más competitivo y decante los partidos de su lado", manifestó el técnico brasileño tras la derrota ante Peñíscola. La ausencia de Batería durante la actual temporada no ha ayudado tampoco a que despegue un equipo que sigue sin dar el salto de calidad que se le presupone al proyecto.
No es sencillo respetar los tiempos en el fútbol sala. El desembolso es importante y los réditos de esa inversión se dibujan en escenarios mucho menos pomposos que su ‘hermano mayor’, el fútbol. Para la esperanza de los de Duda , el margen con los ocho equipos que disputarán el Playoff por el título es de apenas cuatro puntos. Y en el banquillo está un técnico que sabe lo que es ganar. El tiempo dirá si el proyecto de Jimbee despega definitivamente o tiene que quedarse otro año en barbecho.