Foto: Carlos Luján (EP)MURCIA. Dice Israel Fernández que el flamenco para él es "un órgano más" de su cuerpo. Por eso, lo que hace sobre el escenario este gitano orgulloso de su raza "me sale de forma natural", aunque detrás haya mucha afición, el legado de sus mayores y grandes dosis de silencio interior, que es lo que necesita para componer este toledano de orígenes humildes, reconocido por muchos como uno de los mayores representantes del flamenco actual. Los aficionados murcianos tendrán la ocasión de comprobarlo en la Cumbre Flamenca de Murcia, que arranca este viernes 2 de febrero con un concierto de Israel Fernández (Corral de Almaguer, Toledo, 1989) en el que presentará su último disco, Pura Cepa. Lo hará en el Auditorio Regional Víctor Villegas (21.00 horas), acompañado a la guitarra por otro grande, Diego del Morao (Jerez de la Frontera, 1978).
¿Qué has querido expresar y transmitir con este disco con el que llegas a la Cumbre Flamenca de Murcia?
Cuando grabo un disco intento ser lo más sincero posible y estar en las mejores condiciones para expresar todo lo que siento. Este disco es un retrato de mi familia y de mí mismo… Hablo de mis padres, de mis abuelos, de mis tíos y, cuando canto la serrana Seré silencio, habló de mí, porque yo necesito mucho silencio interior para componer y escribir.
¿Es una forma de reconocer tus orígenes en un pequeño pueblo de Toledo y de cómo tienen que ver en tu forma de entender el flamenco?
Totalmente. Nosotros siempre hemos sido una familia muy unida. Y yo sigo viviendo donde nací. Sigo siendo el mismo, la misma persona. Han cambiado cosas, pero no en mi forma de sentir, sino en que viajo más. Pero siempre que puedo vuelvo a mi pueblo, a mi casa.
No debe ser fácil aunar tradición y modernidad en el flamenco. ¿Cuál es tu secreto?
No es que me haya sido fácil, porque en el flamenco tienes que tener mucho amor y respeto, saber la base y tener mucha afición. Pero como yo tengo devoción por el cante desde que era chiquitito, no es algo que haya aprendido, sino que siento. Lo he hecho de una forma natural. Si pretendes actualizar el flamenco de una forma forzada, con calzador, no te va a salir nada. Cuando lo haces con el corazón es cuando sale la verdad.
Personalidad, afinación, ritmo, afición... Mucho se dice de tu forma de cantar, pero ¿cómo sientes tú el flamenco?
Yo el flamenco lo siento con el corazón en el pecho, me palpita con todos los sentimientos que me provoca. Lo tengo conmigo como parte de mi cuerpo. Para mí no es como la ropa, que te puedes poner y quitar, para mí es un órgano más.
Escuchándote, llama la atención cómo puedes pasar de cantar con una voz muy rasgada a otra que suena muy limpia...
Tengo eso, que a veces puedo tener la voz más tostaíta, pero también puedo tenerla laína. He escuchado mucho cante en las dos vertientes. El cante gitano es más rajao y yo, como soy gitano puro,...
De pura raza, como tu disco
La verdad hay que decirla: mis abuelos, tanto por parte de madre y como de padre, son todos gitanos: y los padres de mis abuelos también. Vengo de una raza milenaria, pero eso en realidad da igual, porque yo la pureza la miro por la lealtad y la verdad que tenga una persona sin mirar la raza que tenga... ¿qué me estabas preguntando?
Perdón, por lo de la voz tostaíta y laína
Pues eso, que además me encanta Valderrama y que me encanta Marchena; también un cantaor de Jerez, Sernita, que era gitano pero con una voz muy agudita. Al final tengo esas dos vertientes y lucho por ponerlas en el mismo sitio.
Compones y escribes tus canciones. ¿En qué te inspiras?
Yo escribo desde las vivencias que paso e intento componer desde la verdad que vivo o veo en otras personas
¿Crees que se debería difundir más el flamenco para que se conociera mejor?
Totalmente. El flamenco se conoce, se escucha mundialmente, pero falta conocimiento. Aunque no siempre basta con eso, porque la mucha letra mata y el amor edifica. Lo importante es tener amor por la música... pero si además se supiera un poco más de historia del flamenco o se conocieran los palos, los estilo, se escucharía de otra manera. Sería una cosa bonita. Lo importante en todo caso es sentir y que transmita, pero si te gusta y tienes conocimientos, disfrutarás el doble.
Aunque todo artista desea ser único, ¿a quién te gustaría parecerte?
Todos los artistas tenemos un espejo y tenemos un maestro. Hasta Michael Jackson, que para mí es el artista más grande que ha dado el mundo, tenía su espejo en James Brown, en quien se miraba mucho. Luego cada uno busca su camino e identificarse a sí mismo, porque lo más importante es conocerse. El mío sería, lógicamente, Camerón.
Se nota. Hay momentos en tu cante en los que se asoma Camarón.
Cuando tienes tanto amor por una persona terminas pareciéndote un poco. Que me lo digan, para mí es una alegría.
¿Y quién sería en tu opinión el Michael Jackson del flamenco?
El mayor artista que ahora mismo hay en vida es Farruquito. Te estoy hablando, desde mi humidad, de un genio vivo. No hablo de artistas, que hay muchos, sino de genialidad. También he de decir que guitarrísticamente, y no lo digo porque vaya conmigo, Diego del Morao también es un genio en vida. Ha alumbrado a muchos guitarristas jóvenes.
¿Cómo es Israel Fernández fuera del escenario?
Pues muy normal. Tengo un niño grande dentro. Me gusta mucho reír y ayudar, que para mí es un privilegio. También estar con mis amigos, mi familia y mis padres, que a los padres hay que disfrutarlos.
Y ¿con qué sueñas, a dónde te gustaría llegar?
Yo aspiro a mantenerme, a hacer felices a los corazones junto a mis compañero, porque la unión hace la fuerza y uno solo no hace nada. Tenemos que remar juntos para llevar el flamenco más lejos. Me encantaría que el cante flamenco llenara estadios
