MURCIA (EP). La Universidad de Alicante coordina un estudio que tiene como objetivo principal evaluar el riesgo de desnutrición y el estado nutricional en pacientes de 65 años o más ingresados en las unidades de hospitalización médicas y quirúrgicas en hospitales del Sistema Nacional de Salud español.
El proyecto, titulado 'Impacto de la hospitalización en el estado nutricional y la disfagia en personas de 65 o más años (NUTRIFAG)', tiene como investigadora principal a María Isabel Orts, enfermera, profesora del Departamento de Enfermería de la UA y miembro del Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (Isabial), según ha indicado la institución académica en un comunicado.
Orts ha explicado que este estudio observacional prospectivo, multicéntrico y multidisciplinar lo lideran enfermeras y que en él participan 77 investigadoras e investigadores, del que el 80 por ciento son mujeres, colaboradoras/es, de diferentes disciplinas como la enfermería, la dietética y la nutrición, la medicina y las matemáticas, que provienen de diferentes ámbitos: clínico, académico e investigador.
En la actualidad en este proyecto, que se encuentra en su fase de pilotaje, se van a incluir un total de 4.077 pacientes de las unidades de hospitalización médico-quirúrgicas de nueve hospitales públicos del Sistema Nacional de Salud, ubicados en siete comunidades autónomas -Andalucía, Aragón, Canarias, Cataluña, Navarra, Murcia y Comunidad Valenciana-.
Los datos que se van a recoger versan en torno al estado nutricional, disfagia (dificultad o imposibilidad de tragar), calidad y entorno alimentario, variables sociodemográficas, variables clínicas, de funcionalidad, cognitivas y de fragilidad, variables relacionados con el perfil de riesgo, variables de contexto y variables relacionadas con el proceso asistencial.
"Como novedad, cuenta con una implicación directa de los usuarios que participan ya que se están incorporando como actores no científicos en el proyecto. Asimismo, se realizará un análisis de la satisfacción alimentaria de los participantes y su relación, entre otros factores con las características del servicio de restauración de los hospitales de estudio", ha precisado Orts.
Por su parte, la dietista-nutricionista, profesora del Departamento de Enfermería y miembro de Isabial Eva Trescastro López ha apuntado que, en función de los resultados obtenidos, "se podrán diseñar intervenciones nutricionales que minimicen las alteraciones asociadas a la desnutrición y disfagia en el contexto hospitalario".
"Los profesionales de la salud debemos tomar conciencia de la importancia de adaptar la dieta a las necesidades y preferencias de los pacientes, convirtiendo la alimentación en un elemento indispensable que contribuya a la recuperación de un óptimo estado de salud", ha señalado Trescastro.
El proyecto está financiado por el Instituto de Salud Carlos III, a través de la Acción Estratégica en Salud del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de España en la convocatoria de 2021 y cofinanciado por la Unión Europea (referencia PI21/00738), y cuenta con un presupuesto total de 57.475,00 euros.
Las profesoras explican que, a partir de los 65 años, una buena alimentación y una adecuada actividad física contribuyen a un envejecimiento "activo y saludable". Por el contrario, si es inadecuada, unida a los cambios propios del envejecimiento, predispone a la aparición de enfermedades crónicas, como diabetes, hipertensión, obesidad o colesterol alto, y puede influir negativamente en el control de enfermedades previas.
Además, la situación se complica "aún más" cuando personas a partir de esa edad tienen que ingresar por alguna patología u operación quirúrgica en un hospital, donde "un estado nutricional deficiente se asocia con un mayor número de complicaciones, mayor duración del ingreso, peor pronóstico, e incluso con mayor riesgo de fallecer".
Según investigaciones realizadas, una de cada tres personas mayores de 65 años que llega al hospital sufren problemas de desnutrición severa.
Por otro lado, la deglución es un proceso complejo de control neuromuscular que requiere una perfecta coordinación de diversas estructuras musculares voluntarias e involuntarias. Cualquier factor que altere el "complejo mecanismo" puede desencadenar un cuadro de disfagia. Este problema afecta al 30% de las personas mayores de 65 años y hasta el 44% de los mayores ingresados en un hospital. Asimismo, es más frecuente en personas con enfermedades neurodegenerativas o ictus, aunque también se relaciona con la edad, la debilidad y con patologías musculares, endocrinas y psiquiátricas.
A pesar del impacto de la disfagia en la calidad de vida de las personas afectadas y de sus familias, "muchas veces pasa inadvertida", ha indicado la UA. De hecho, se estima que en Europa el 80% de los pacientes no están diagnosticados ni reciben ningún tipo de tratamiento.
Además de Isabel Orts y Eva Trescastro, el equipo de la Universidad de Alicante que participa en este proyecto está formado por Trinidad Castillo García (enfermera, dietista-nutricionista, profesora asociada del departamento de Enfermería de la UA e Isabial); Rahma Amrani (dietista-nutricionista, grupo clínico asociado); Joaquín Moncho Vasallo (matemático, profesor del Departamento de Enfermería Comunitaria, Medicina Preventiva y Salud Pública e Historia de la Ciencia); Manuela Domingo Pozo (enfermera y profesora asociada del Departamento de Enfermería de la UA, Isabial); y Rosa Ana Clement (enfermera y profesora asociada del Departamento de Enfermería de la UA, Isabial).