MADRID (EP). Investigadores del Instituto de Ciencias Ambientales de Nanjing (China) han realizado un estudio que arroja luz sobre el complejo impacto del consumo de alcohol en la biodisponibilidad del arsénico y cómo se acumula en los tejidos, y observa que el alcohol cambia la microbiota intestinal y las barreras intestinales, influyendo en la distribución del arsénico por todo el cuerpo reduciendo la toxicidad en los órganos vitales.
El arsénico está en todas partes del medio ambiente y es un carcinógeno de primer nivel para los seres humanos, lo que plantea graves riesgos para la salud a través de la exposición a los alimentos, el agua y el suelo. Comprender los factores que afectan la forma en que se absorbe y almacena en el cuerpo es clave para evaluar los peligros para la salud relacionados.
"Si bien el consumo de alcohol es común en todo el mundo y conocido por sus diversos efectos sobre la salud, su interacción con la forma en que se absorbe el arsénico y su toxicidad resultante se ha pasado por alto en gran medida hasta este estudio reciente", señalan los investigadores.
En este estudio pionero, publicado en Eco-Environment & Health, los investigadores investigaron cómo el alcohol afecta el procesamiento del arsénico en el cuerpo, un veneno ambiental muy extendido. Los ratones recibieron dietas enriquecidas con arseniato y cantidades diarias de licor chino, simulando la ingesta humana de alcohol. Curiosamente, si bien el alcohol aumentó la absorción de arsénico en el intestino, sorprendentemente disminuyó su acumulación en órganos cruciales.
Este efecto inesperado se debe al daño que el alcohol causa a las barreras intestinales y a los cambios en la microflora intestinal, lo que aumenta la entrada de arsénico al torrente sanguíneo. Fundamentalmente, el alcohol también aumentó la filtración renal y redujo los niveles de hormona antidiurética, lo que provocó que se eliminara más arsénico a través de la orina. Básicamente, el alcohol acelera la salida del arsénico del cuerpo, reduciendo su potencial nocivo.
"Este estudio revela la intrincada interacción entre sustancias comunes y sus efectos imprevistos en la salud, proporcionando un nuevo ángulo sobre la toxicidad del arsénico y la influencia del alcohol", añaden.
La ingestión de alcohol dañó la unión estrecha intestinal y provocó una mayor absorción del arsénico a través de las vías paracelulares intestinales; la ingestión de alcohol redujo las uniones estrechas glomerulares y aumentó la filtración glomerular del arsénico; y la función diurética del consumo de alcohol también contribuyó a reducir la acumulación de arsénico en los tejidos.
"Dada la exposición generalizada a ambas sustancias, es vital comprender cómo interactúan dentro del cuerpo para predecir y mitigar mejor los riesgos para la salud", afirma el doctor Hongbo Li, autor correspondiente, enfatiza la importancia de comprender el papel del alcohol en la biodisponibilidad del arsénico.
Los resultados indican que aunque el consumo de alcohol podría aumentar la cantidad de arsénico absorbido, también mejora su eliminación del cuerpo, posiblemente disminuyendo su acumulación en los tejidos y disminuyendo ciertos riesgos de toxicidad. Esta información es especialmente pertinente para grupos expuestos tanto al arsénico como al alcohol, ya que ofrece una visión detallada de los factores de riesgo y sus interacciones.