MURCIA. En los últimos días nos hemos desayunado en los periódicos con diversas nuevas iniciativas del Ayuntamiento de Murcia para la mejora de la movilidad en la ciudad. La idea básicamente consiste en "nodos dotados de intercambiadores multimodales", o dicho en román paladino (porque el marketing político está llegando ya a un punto en el que el ciudadano ya no sabe ni lo que le venden): zonas en las cuales uno llega de un sitio con un modo de transporte y puede coger otro distinto para ir a su destino final.
"debería estar prohibido plantear grandes actuaciones inconexas de movilidad sin tener aprobado o actualizado un PMUS"
Tal y como se hacen ahora estas cosas, se ha presentado el proyecto con una cuidada puesta en escena con paneles e infografías, para que el futuro votante vea lo bonita que va a quedar la ciudad con el nuevo invento que va a pagar con sus impuestos. El problema de todo esto es que muchas veces se hacen más bien las propuestas pensando en el marketing político y en la lucidez el acto de presentación de las mismas, que en la propia funcionalidad de lo que se plantea. Así que analicemos el tema en cuestión, a ver qué tal funciona en realidad.
Se trata de dos nodos, uno en la Plaza Circular y otro en la Alameda de Colón (al lado del jardín de Floridablanca). Así que, como dice Jack el destripador, vayamos por partes. En el caso de la Plaza Circular, lo que se plantea es suprimir aparcamientos y carriles de vehículos privados para dotar de espacio a los autobuses, reforzar el carril bici y poner puntos de alquiler de patinetes eléctricos. Vaya por delante que esto de los nodos intermodales (muy implantado en grandes ciudades) está en realidad pensado para conectar grandes infraestructuras de transporte interurbano como estaciones de tren o aeropuertos con modalidades de transporte urbano como patinete, bicicleta o autobús urbano. Pero bueno, el marketing político lo puede todo, aunque incluso desde el punto de vista político la cosa tiene su aquel en el caso de la Plaza Circular, pues al final implica privarles justo antes de elecciones a un montón de familias que utilizan actualmente ese espacio unos minutos todas las mañanas para dejar a sus hijos en el colegio Capuchinos. Pero bueno, entremos en faena y analicemos las dos recientes propuestas del Ayuntamiento del alcalde Serrano.
Desde un punto de vista técnico, con este planteamiento me surgen las mismas preguntas que me surgieron con el proyecto tan happy de infografías de jardines y anillos verdes que se hizo en la zona del soterramiento del AVE. Y es que albergo ciertas dudas de que esta propuesta se haya hecho contado con un estudio de tráfico solvente, pues la Plaza Circular es posiblemente el principal nodo neurálgico de tráfico de la ciudad. En ella confluyen arterias urbanas como las avenidas Constitución, Juan Carlos I, Primo de Rivera y la Ronda de Levante, que no es moco de pavo. Por lo tanto, dado que la cosa se anuncia para marzo de cara a tenerlo listo en elecciones, cuidado con lo que se hace, no vaya ser que la liemos parda y colapsemos el tráfico. Y es que, como pasa en cirugía, no es lo mismo entrar en quirófano para cortar una venita del brazo que para seccionar la arteria aorta.
Por otro lado, tenemos la propuesta de nodo en la zona del Jardín Floridablanca. Aquí no es que se dé prioridad dándole más espacio a los autobuses, sino que directamente se le da todo el espacio. Personalmente, a esta propuesta, salvo que se quiera plantear como fase transitoria para la ubicación en esta zona de un futuro tranvía que conecte la estación del Carmen con la Plaza Circular, no le veo ningún fuste. A diferencia de la anterior, no se trata de una zona en la cual los autobuses tengan problema de funcionamiento. Y no nos engañemos: no por darle más espacio al autobús, se coge más el autobús. Por lo tanto, el prohibir al vehículo privado de usar la Alameda de Colón lo que va a generar es que sobrecarguen de tráfico las vías adyacentes, que serán utilizadas como itinerarios alternativos por los vehículos particulares saturándolas, lo cual al final es contraproducente.
El problema al final estriba en que todo este tipo de actuaciones lo que requieren es de una planificación previa a gran escala en vez de ir regalando al electorado con anuncios más o menos rimbombantes. Y eso se llama en materia de movilidad Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). Y es que, al igual que en urbanismo a ningún municipio se le ocurre desarrollar planes parciales aislados sin tener antes aprobado un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), debería estar prohibido plantear grandes actuaciones inconexas de movilidad sin tener aprobado o actualizado un PMUS.
"¿no sería más interesante fortalecer el transporte por autobús en pedanías para que la gente vaya directamente desde su casa hasta la zona que quiera ir en bus?"
La ausencia de una planificación previa a gran escala se echa claramente en falta en el caso de Murcia por la ausencia una reflexión general de base en materia de movilidad. El Ayuntamiento está planteando como filosofía de movilidad sostenible crear "nodos multimodales" favoreciendo extraordinariamente al autobús dentro de la ciudad, para que el ciudadano vaya desde Beniaján o El Palmar con su coche a Murcia deje su coche (no se sabe muy bien dónde porque encima no se dotan esos nodos de aparcamientos disuasorios), y entonces coja el autobús, el patinete o incluso la bici. Y digo yo, ¿no sería más interesante fortalecer el sistema de transporte público por autobús en pedanías (que es el gran déficit histórico que tiene la ciudad de Murcia), para que la gente en vez de coger el coche hasta la ciudad y tener que dejarlo para coger otro invento, vaya directamente desde su casa hasta la zona que quiera ir en autobús?
Los ayuntamientos deberían centrarse más en planificar primero y ejecutar después, en vez de hacerlo a la inversa. Y puestos a usar la vía aislada de urgencia, lo que sí tendría que cumplir el Ayuntamiento de Murcia es la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética, que obliga a tener aprobadas zonas de bajas emisiones (ZBE) antes de 2023 a las ciudades de más de 50.000 habitantes, siendo Cartagena en la Región de Murcia la única que tiene una ordenanza en marcha, cuando es Murcia la única que tiene realmente un problema relevante en materia de calidad del aire. Pero bueno, eso ya da para otro artículo…
Salvador García-Ayllón Veintimilla
Profesor Fulbright del MIT e Investigador responsable del grupo de Política Territorial, Planificación Ambiental y de las Infraestructuras de la UPCT