MURCIA. La llegada de los fondos Next Generation, y sobre todo cuándo y cómo se van a repartir, es una incógnita que tiene en vilo a los empresarios regionales. Hay demasiadas preguntas en el aire, como se puso de manifiesto en el foro 'Diálogos Murcia Plaza. Una mirada a 2022: sectores y empresas', organizado por este diario cuando se cumplen dos años de la puesta de largo de Murcia Plaza.
En el encuentro estuvieron presentes el presidente de CROEM, José María Albarracín, así como el presidente de Proexport, Juan Marín; Alfonso Hernández, presidente de FREMM; Olga García, directora territorial de CaixaBank; Javier López, director general de Hefame; Francisco Cervantes, directivo de COEC y vicepresidente de APIRM; Tomás Martínez Pagán, presidente de AEMIN, y Pedro Díaz, presidente de FROET. Y la incertidumbre sobre el prometido 'maná' europeo fue compartida por todos los participantes, ya que las palabras Next Generation resonaron en muchas ocasiones en la mesa de debate, presentada por el gerente de Murcia Plaza, Miguel Llobell, y moderada por el director del diario, Francisco Valero,
Albarracín fue categórico y enfatizó una máxima compartida por casi todos los ponentes: "Para que Europa ceda los fondos, España debe cumplir con lo acordado, y si no se hace, no llegarán". En términos similares se expresó el director general de Hefame, Javier López, quien teme que "los fondos no lleguen a quien deben hacerlo: las pymes", para ello cree que "las administraciones deben mirar hacia otros países europeos que están aprovechando las oportunidades de transformación que suponen" y que ya tienen programas previstos.
Quien no obstante expresó una visión diferente de la venida de los fondos europeos fue la directora territorial de CaixaBank, Olga García, quien confía en que, con "las buenas sensaciones económicas de los sectores esenciales de la Región y las partidas Next Generation, la Comunidad volverá a los niveles del PIB de 2019.
"La clave está en la gestión de la Administración, que debe ser eficiente y rápida", subrayó. "También influirá la colaboración entre el sector privado y la Administración para elegir los mejores proyectos y, después, saber maximizarlos", reflexionó. Se trata de una operación de mucha envergadura. "Calculamos que supondrá una movilización de inversiones de 145.000 millones".
Y la banca también tendrá un papel importante a la hora de cofinanciar los proyectos. "El objetivo es apuntalar la recuperación de la economía, pero también se impulsará la modernización estructural del tejido empresarial", afirmó, convencida de su optimismo. "Los fondos europeos son fundamentales, y yo creo que llegarán".
Francisco Cervantes hacía hincapié en un dato que hace plantearse si para los Next Generation llegamos a tiempo o quizá ya demasiado tarde. El vicepresidente de APIRM indicaba que la falta de mano de obra cualificada es más que evidente y cuando lleguen esos fondos "y no tengamos ingenieros, arquitectos o aparejadores para llevar a cabo esos proyectos, ¿qué va a pasar? Habrá que devolver el dinero". Los empresarios, lejos de ver certezas, siguen observando muchas dudas, así se lo preguntaba Alfonso Hernández, presidente de FREMM, quien añadía a las palabras de Cervantes que "poner piedras a la formación es un suicidio", a la vez que lanzaba a la mesa la pregunta que, no por simple tiene respuesta respecto a los Next Generation "¿llegarán?".
Juan Marín, de Proexport, alertaba de la "falta de transparencia" a la hora de saber cómo, cuándo y a quién llegarán estos fondos europeos, o cuáles serán los criterios evaluadores en el reparto de los mismos, mientras que Tomás Martínez Pagán, presidente de AEMIN, apostillaba que teme que sean las grandes compañías Iberdrola, Enagás, Gas Natural, etc… "a los que van a ir las grandes partidas de estos fondos europeos. Mi impresión es que llegará a los grandes grupos industriales, pero ¿cómo lo harán, si es que lo hacen, a la pequeña y mediana empresa?", se preguntaba Martínez Pagán.