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'El árbol y el bosque' se inaugura el sábado 17 de diciembre

El argentino Martín La Rosa expone por primera vez en España con una muestra evocadora en el Museo Pedro Cano

15/12/2022 - 

MURCIA. El pintor argentino Martín La Rosa (Buenos Aires, 1972) expone por primera vez en España y lo hace en la sala de exposiciones temporales del Museo de la Fundación Pedro Cano, en Blanca, con una muestra que lleva por título El árbol y el bosque y que abrirá sus puertas el sábado 17 de diciembre, a las 12.00 horas.

El árbol y el bosque, que se podrá visitar hasta el 29 de enero, se compone de treinta y cinco obras que reinterpretan, mediante un estilo muy personal, una visión contemporánea de obras clásicas. Es el resultado del deseo del artista de transmitir el descubrimiento y las sensaciones a través de un intercambio de emociones entre la pintura clásica y la intervención del artista. "Unir la pintura, eterna y en movimiento, con lo efímero del follaje, es plasmar el tiempo, darle valor a aquello a lo que encuentro sentido. Tomar conciencia de la necesidad de contemplar", ha explicado el propio artista.

"Esta serie de reinterpretaciones intenta ser una crónica personal, una revisión contemporánea de obras clásicas. Algunas de estas obras las vi una vez, de otras fui al encuentro más veces, para volver a mirarlas y hallar los cambios, en las pinturas y en mí. Descubrir que todo lo que transmitían y decían era diferente, y sentir que yo no era el mismo. La constante evolución y el paso del tiempo de las obras, supuestamente estáticas y en reposo, es siempre una maravillosa motivación para seguir buscando, observando y trabajando", ha escrito el artista.

Mundos parelelos a través del arte

Sobre su arte, el propio Pedro Cano ha manifestado que "en muchas culturas, incluso hoy, la figura del pintor crea sospechas. Parece ser que por algo mágico o diabólico que los pintores poseemos. Yo creo que algo extraño sí hay en nosotros, cuando un pintor como Martín ha podido extraer de la vida esos mundos paralelos que son el germen de su trabajo, donde se enfrentan el blanco y el negro, la luz y la sombra, el día y la noche, construyendo una pintura madura y esencial, y escribiendo, con ella, una página importante en el cuaderno del arte argentino de hoy".

Por su parte, la curadora y crítica de arte Florencia Battiti apunta que "la obra de Martín La Rosa parece venir a recordarnos que el origen del concepto 'naturaleza' también es cultural. Hace tiempo que La Rosa reinterpreta pictóricamente  algunas de las más célebres obras de la historia del arte occidental, como La joven de la perla de Johannes Vermeer, La dama del armiño de Leonardo o el Autorretrato con gorguera de Rembrandt, entre otras.  En esta operación, La Rosa introduce alteraciones en los icónicos motivos originales: variaciones en la escala, fragmentación de la composición en retículas de perfección matemática, calados, troquelados o imprimaciones ornamentales, y más recientemente, la incorporación de frondosos y verdes follajes entre los que se esconden, tímidas, las bellas modelos de estas obras maestras, cansadas quizás de largos siglos de ininterrumpidas miradas".

"Al igual que hiciera Manet con la obra de Velázquez, en cada gesto de apropiación, La Rosa entabla un paciente diálogo con sus colegas a través del tiempo y del espacio, articulando así una silenciosa conversación repleta de respeto y de misterio que, en el caso de La Rosa, subraya la condición sublime que para él poseen tanto el arte como la naturaleza", añade la experta italiana.

Al ser consultado por su afición a homenajear pictóricamente a artistas como Goya, Van Gogh, Monet o Caravaggio, el pintor argentino Carlos Alonso afirmaba que la necesidad de respaldarse simbólicamente en el trabajo de sus colegas respondía al deseo de sentir que él formaba parte de una cadena compuesta por múltiples eslabones, una cadena que venía de lejos y de atrás y que aspiraba a continuar hacia adelante; que esos homenajes eran una forma de tomar aliento, de tomar fuerza bebiendo de fuentes que él consideraba legítimas y aún llenas de savia, de vitalidad y de potencia, recuerda Florencia Battiti.

Sobre el artista...

     

Martín La Rosa cursó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón de Buenos Aires. En 1998 recibió el Premio Estímulo en la Bienal de Arte Sacro y un año después obtuvo tres grandes reconocimientos: El Premio Pio Collivadino al artista Joven, en el Salón Nacional de Artes Plásticas; el Premio Mención en la Bienal Chandón; y el Primer Premio en el Salón de Pintura Fundación Mecenas, obteniendo una Beca para viajar a Italia, donde residió un tiempo. A partir de ese momento, viaja periódicamente a Italia, Reino Unido, Francia, España, Holanda y Estados Unidos para visitar exposiciones de los que considera sus Maestros, Rembrandt, Giacometti, Lucian Freud, Antonio Lopez, Bacon, Vermeer y Chillida, entre otros. Ha realizado un estudio exhaustivo de ellos, haciendo de esto un eje fundamental de su formación artística.

Asimismo, ha llevado a cabo muestras individuales en Buenos Aires, New York, Miami y Londres. También participa de Ferias Internacionales en Madrid, Toronto, Seúl, Zurich, Los Angeles, Houston, Londres, Nueva York, Caracas, Miami, Chicago, Nueva Delhi, Bogota. Reside y trabaja en Buenos Aires.

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