MURCIA. El Teatro Romea de Murcia acoge esta semana una nueva versión del texto de Arthur Miller Muerte de un viajante, protagonizada por Imanol Arias. Adaptada por Natalio Grueso y con dirección de Rubén Szuchmacher, esta obra continúa siendo una demoledora reflexión sobre el ser humano que, sin haber perdido actualidad, retrata la crueldad de un capitalismo salvaje en el que el ser humano solo vale lo que es capaz de producir. Muerte de un viajante se podrá ver en Murcia este sábado, 10 de diciembre (20h).
La frustración por los sueños no cumplidos, la necesidad de triunfar y de ser aceptado por los demás, la incapacidad de padres e hijos para expresarse su amor y las complejas relaciones de parejas son otros de los ejes sobre los que pivota esta obra maestra de la dramaturgia contemporánea. Junto a Imanol Arias, que dará vida a Willy Loman, completan el reparto Fran Calvo, Cristina de Inza, Virginia Flores, Daniel Ibáñez, Andreas Muñoz y Miguel Uribe.
Por otra parte, el domingo 11 de diciembre (18 horas) el Romea acogerá asimismo el musical familiar El flautista de Hamelin, un espectáculo de Nacho Vilar Producciones con dramaturgia de Juan Montoro Lara y dirección de Encarna Illán, que recibió el Premio Azahar 2019 al Mejor Espectáculo Musical y que está recomendado para mayores de tres años.
Inspirado en el cuento tradicional, El flautista de Hamelin narra la historia de un pueblo invadido por las ratas, cientos de ratas, miles de ratas... Los habitantes de Hamelin piden a su alcalde que intervenga, y este ofrece una recompensa de cien monedas de oro a quien acabe con la plaga. ¡Y entonces surge la magia! Un excéntrico flautista aparece en escena y consigue llevarse a las ratas con el poder de la música de su mágica flauta.
El Teatro Circo Murcia abrirá por su parte las puertas al humor y recibirá -el viernes 9 y sábado 10 de diciembre (20h)- a Joaquín Reyes con su último espectáculo: Festejen la broma.
Los responsables del espectáculo avisan de que Reyes "ha preparado con gran esmero una amalgama de chorradas para deleite de su querido público, y también de algún despistado que se meta en el teatro buscando humor inteligente. A pesar de ser ya un viejuno -en el mundo de la comedia se entiende-, Reyes no ha perdido la frescura de sus inicios chanantes ¿esto quiere decir que sigue haciendo bromas sobre pedos? Efectivamente así es. Ironía fina -y también gorda-, ideas ‘relocas' y tonadas nihilistas todo eso y mucho más es ¡Festejen la broma!"