MADRID (EFE). IAG, que integra a British Airways, Iberia, Vueling, Aer Lingus y Level, obtuvo entre enero y junio un beneficio neto de 921 millones de euros, frente a las pérdidas de 654 del mismo periodo de 2022, gracias a la fuerte demanda y al rendimiento "particularmente positivo" del negocio en España. Según destaca International Airlines Group en el informe remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Iberia se anotó entre abril y junio el beneficio trimestral más alto de su historia, 307 millones de euros.
Los ingresos del grupo en el semestre se elevaron hasta 13.583 millones de euros, un 45,2 % más que un año antes; de ellos, 7.694 corresponden al segundo trimestre. IAG logró en el semestre un beneficio de las operaciones antes de partidas excepcionales de 1.260 millones de euros, frente a las pérdidas de 446 millones del mismo periodo de 2022, lo que supone un aumento de 1.706 millones.
A 30 de junio, la deuda neta se ha reducido a 7.600 millones de euros, frente a los 10.400 millones de cierre de 2022, gracias al aumento del beneficio y a las entradas de capital circulante estacionales. La deuda neta sobre ebitda antes de partidas excepcionales fue de 1,5 veces, frente a 3,1 veces en 2022.
En su nota, IAG destaca las "alentadoras" perspectivas para el verano, dado que las reservas cubren ya alrededor del 80 % de los ingresos previstos del tercer trimestre; además, se ha restablecido el 94 % de la capacidad de 2019, medida en asientos-kilómetro ofertados (AKO).
Los ingresos unitarios de pasaje del primer semestre fueron un 18,4 % superiores a los del mismo periodo de 2022, con una fuerte recuperación del tráfico de ocio y una recuperación más lenta del tráfico de negocios. Los costes unitarios, excluido el combustible, se redujeron un 7,3 % frente al primer semestre de 2022, impulsados por un aumento de la capacidad de pasajeros del 30,9 %.
El coste unitario del combustible aumentó un 5,7 % frente a 2022, vinculado a unos precios medios efectivos del combustible más elevados, netos de coberturas, en el primer semestre de 2023 frente a 2022, y a los efectos beneficiosos derivados de las entregas de aviones más eficientes a IAG durante los últimos años. El margen de las operaciones antes de partidas excepcionales fue del 9,3 % en el primer semestre y del 16,3 % en el segundo, indica la nota.
Para el cierre de 2023, IAG espera que la capacidad se sitúe en torno al 97 % de los niveles anteriores a la Covid-19, parámetro que está sujeto a las interrupciones del servicio. Aunque "no hay indicios de debilidad en las reservas anticipadas", matiza el comunicado, IAG es consciente de "las incertidumbres generales que podrían afectar al ejercicio", lo que incluye el impacto potencial de la volatilidad geopolítica y macroeconómica en el precio del combustible y la confianza del consumidor.
También advierte del impacto que pueden tener otros factores externos, como las huelgas; el volumen de reservas para el último trimestre ronda el 30 %, algo "normal" a estas alturas del año. En cuanto a la compra de Air Europa, pendiente de las autorizaciones necesarias, IAG confía en que se produzca en un plazo de entre 18 y 24 meses desde el anuncio, en febrero de este año.