TRIBUNA POLÍTICA / OPINIÓN

Hablemos de los deberes

12/03/2022 - 

MURCIA. "¿Tienes deberes, cariño?" es, muchas veces, la primera pregunta que hacemos a nuestros hijos al volver del cole.

Las 'tareas de casa' (homework, los niños ya lo dicen en inglés porque parece menos obligación y más devoción) tenemos claro que son necesarias cuando se dirigen a consolidar lo aprendido en clase. No basta haber entendido: hay que automatizar y memorizar para tener disponibles esos conocimientos con facilidad.

Sobre los deberes hay diversas opiniones. Pero, además de opiniones, hay estudios basados en resultados.

Los investigadores de diversas disciplinas parecen haberse puesto de acuerdo en algunas cuestiones. Por ejemplo, que los deberes razonables —bien diseñados, adaptados al nivel del alumno, que ocupen un tiempo sensato— ayudan a todos los alumnos que los hacen, pero ayudan especialmente a quienes viven en ambientes con bajo nivel cultural. También hay acuerdo en que refuerzan lo aprendido en clase y contribuyen a afianzar conocimientos y a automatizar tareas. Y, por último, también coinciden los investigadores en que los deberes contribuyen a desarrollar las habilidades no cognitivas, que cada vez parecen tener mayor importancia en el rendimiento educativo de los alumnos.

"Los científicos usan su terminología peculiar pero, en el fondo, sus descubrimientos coinciden con lo que ya sabían nuestros abuelos" 

Los científicos usan su terminología peculiar pero, en el fondo, sus descubrimientos coinciden con lo que ya sabían nuestros abuelos. Hoy los neurocientíficos hablan de "automatizar tareas", pero ya sabíamos que practicar hace que lo que al principio cuesta luego lo hacemos sin darnos apenas cuenta, y que estudiar y trabajar puede costar cuando se hace por primera vez, pero ahorra mucho trabajo el resto de nuestra vida. Hoy psicólogos y economistas insisten mucho —con razón— en la importancia de las "habilidades no cognitivas", pero no se diferencian mucho de las antiguas virtudes: ni aquellas ni éstas se aprenden, sino que dependen en principio de las características personales o la inclinación natural, pero que se pueden adquirir o mejorar con la repetición.

En los primeros años de Infantil y Primaria se trata de adquirir y consolidar la lectura y escritura, de modo que es muy conveniente escribir y leer en casa, así como leer con los padres o abuelos; también ayuda y es psicológicamente saludable llevar un pequeño diario de agradecimiento. El amor por la lectura nace en estos primeros años en el seno del hogar (con la televisión apagada, por favor).

¿Quién no le ha preguntado las tablas a su hijo o sobrino en más de una ocasión? Ese "trabajo en casa" contribuye a automatizar lo básico de las matemáticas. En los cursos intermedios memorizar sociales, naturales, vocabulario, lenguaje… contribuyen a consolidar conocimientos y a ejercitarse en la responsabilidad y en el amor al trabajo.

Hay algunas propuestas que van por la línea de utilizar la tecnología para invertir el método de enseñanza tradicional (el maestro explica en clase con algún ejemplo y los alumnos hacen ejercicios en casa). Proponen que sea el ordenador quien explique y que el alumno "haga los deberes" en clase bajo la supervisión del docente; en ese sentido, son ilustrativas las charlas TED de Salman Klan.

Cada nivel educativo tiene sus particularidades. En los niveles más básicos (Infantil y primeros cursos de Primaria) el factor humano del maestro que conoce y se adapta a las peculiaridades de cada alumno, no parece que sea posible ni conveniente sustituirlo por la tecnología. Quizá en cursos y etapas posteriores el peso de la tecnología pueda incrementarse.

Hay, como queda dicho, distintos enfoques en torno a la educación pero todos los que tienen como objetivo conseguir que los alumnos sepan más, sostienen la necesidad de realizar deberes, con distintas exigencias teniendo en cuenta las peculiaridades de edad, psicología, currículo, medios materiales y humanos, etc.

El movimiento se demuestra andando, nos decían. Para tener éxito en el aprendizaje, que es lo que todos queremos, profesores y padres, colegio y familias, tenemos que remar en el mismo sentido. La meta es terminar una Primaria con el mayor éxito posible para todos los alumnos. Por el bien del niño, de la familia, de la escuela, de la sociedad, de España. Pero sin olvidar que los mejores maestros enseñan su materia desde el corazón.

Isabel Carpena

Maestra de Primaria jubilada y miembro de Enseñanza de Vox 

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