MURCIA. Dicen Gloria y Susana Olmos, las dos hermanas que lanzaron hace ocho año la firma murciana de bolsos de diseño Gloriaca, que la suya es una empresa en crisis continua. "Nacimos en plena crisis, como ahora, y seguimos. Somos una empresa familiar de mujeres en crisis permanente", dice riendo Susana, que se encarga de la parte de gestión de la marca. "Pero dentro de lo malo, aquí estamos".
El proyecto empresarial nació en un momento complicado no sólo económico sino de salud para las dos. Entonces Gloria, la creativa, diseñó su primera pieza icónica, un bolso cilíndrico con asa larga y abierto que se ha convertido en referencia en el mundo de los complementos más selectos. "Si te lo tomas en serio, hacemos una marca", le dijo su hermana, y se lanzaron a la aventura de poner en marcha Gloriaca, la firma especializada que se precia de tener en su haber más de 10.000 diseños diferentes, que ha llegado hasta Nueva York y llevan las celebrities.
Y es que los Gloriaca, como son conocidos, no son bolsos normales y corrientes, son piezas únicas, personalizadas con detalles y accesorios diversos, con personalidad propia, concebidos para aportar distinción y estilo a cualquier persona que los lleve.
"Gloriaca es diferente al resto de marcas porque a cada una le llega el suyo, y todas las mujeres que lo llevan se pueden sentir especiales", sostiene Susana. "Mi idea de marca es que no sea el bolso el que mande en ti, sino que te lo pongas lleves lo que lleves, te pegue o no, porque refleje en parte tu personalidad".
El primer bolso que hizo ya apuntaba a ese estilo único que marca la diferencia con otras marcas. "Era amarillo flúor y en invierno, imagínate. Ahora se lleva, pero entonces era muy llamativo", explica. Además, su diseño original de bolso abierto chocó con lo convencional en un complemento que siempre se concibe para ir cerrado. "Tuvimos muchos problemas con eso. La gente decía que no era seguro, pero nos mantuvimos porque entonces se perdía la forma. Apostamos por nuestro diseño y al final se extendió".
Gloria ha demostrado tener una creatividad fuera de lo común y, a lo largo de seis años, ha diseñado una media de diez bolsos diferentes al día. Sus piezas elaboradas en piel de forma artesanal, en Murcia, se precian de ser únicas. Para conseguirlo utilizan una infinidad de variantes, desde los colores con los que tiñen la piel, a las superposiciones de pelo, flecos y mezcla de telas. Uno de los diseños que más éxito tiene es el 'huertano', en los que introducen la tela típica de los refajos de rayas, "porque yo quería llevar Murcia por todos lados, y en Madrid se vende muchísimo".
Disponen de varios formatos, la bandolera, el minicubo y el minicubo baby. Los precios oscilan entre los 100 y los 300 euros, y ahora también han introducido la funda de móvil, la Tibet bag y el shopper.
Las ediciones limitadas ha supuesto un cambio en su filosofía de bolsos únicos pero ha resultado imprescindible dada la expansión de la firma. "Muchas celebrities llevan nuestros bolsos y nos llamaban pidiendo uno en concreto. Eso nos motivó a hacer las ediciones limitadas". Ahora, de algunos diseños hay tiradas de diez piezas, lo que les ha permitido que sean más accesibles y a la vez, dar más valor a la pieza única.
Seguramente una de las señales de que uno ha triunfado con sus creaciones es que te copien. Por suerte y por desgracia, las imitadoras de Gloriaca han salido de debajo de las piedras. Mujeres que viendo el éxito de las hermanas con su diseño decidieron hacer copias trabajando de forma ilegal y sin respetar los derechos de la marca.
"Nos enteramos por las mismas clientas. Tuvimos un problema muy fuerte con las imitaciones pero nosotras tenemos la marca y el diseño registrados. Nunca puede ser igual", defienden. "Lo hemos pasamos mal. Además de ilegal, es una falta de respeto terrible hacía tu trabajo. Pero hubo un momento en que las propias clientas advertían a otras que llevaban una copia".
Por si acaso, tienen los diseños registrados a nivel nacional y en la UE con una agencia de patentes y marcas. Además, grabaron el sello de la firma en las asas de los bolsos y a la gente le empezó a dar vergüenza llevar copias. "Siempre habrá quien lo haga, pero cada vez menos. La gente quiere llevar un Gloriaca, el original".
Las mascarillas, que han introducido a raíz de la pandemia, "se van a quedar". Para hacerlas, sacrificaron la tela de la nueva línea de bolsos Tibet y comenzaron a elaborarlas al día siguiente del estado de alarma. "Algo teníamos que hacer. Mi sorpresa fue cuando nos llamaron de urgencias del Morales y nos dijeron que si les podíamos enviar". Los centros de salud, la Arrixaca, el sector de alimentación y las fábricas se sumaron después. "Les hemos mandado hasta a las señoras de la limpieza de la comisaria. Son mascarillas que se pueden reutilizar y no supone un perjuicio para el medio ambiente. No sé cuántas hemos hecho, pero no hemos parado".
Ahora afrontan una nueva etapa marcada por el relevo generacional, que tienen ya en marcha con Ángela, la hija de Susana, que sustituye a su tía debido a problemas de salud. "Yo trabajo sobre material y ha estaba pegada a mí, desde pequeñita. Siempre había dicho que la única persona que se podía poner en mi nombre es ella".