MURCIA. García-Carrión, conocida por sus marcas Don Simón o Pata Negra, ha disfrutado este año de un ejercicio de récord, pues se ha convertido en la tercera empresa de la Región en superar la barrera de los 1.000 millones al tiempo que aumentaba sus beneficios hasta los 50 millones de euros. Por consiguiente, no es de extrañar que sus propietarios hayan recibido una remuneración acorde.
Y es que más allá de sus sueldos como directivos de este gigante vinícola de origen jumillano, la familia que da nombre a la marca se ha apuntado un reparto de dividendos de 6,57 millones en 2022, una cifra récord en la historia de la compañía.
En concreto, Priesca SL, matriz de todo el grupo, está controlada al 40,49% por José García-Carrión Jordán y su mujer, Rafaela Corujo, lo que significa que ambos han recibido 2.660.598 euros en esta operación. El hijo de este matrimonio, Luciano García-Carrión, cuenta con una participación del 19,02%, lo que le otorga derecho a unos ingresos de 1.249.804 euros.
Esta sociedad obtuvo un beneficio en el año 2022 de 5.039.539 euros, de los que 5 millones fueron destinados a los citados dividendos y el resto quedó relegado a reservas voluntarias. Asimismo, el 19 de enero del pasado año, la Junta General Extraordinaria de Socios de la Sociedad aprobó el reparto de un dividendo bruto a sus socios por importe de 1,57 millones de euros, sumando así los 6,5 millones en total.
Este reparto ha sido posible gracias a que la firma vinícola de origen jumillano ha alcanzado las 10 cifras de volumen de negocio por primera vez en su historia, pues el resultado consolidado del 2022 asciende hasta los 1.037 millones de euros, lo que equivale a incrementar en cerca de 100 millones los 941 millones obtenidos en el 2021, es decir, un 10% más.
Acompañando a este crecimiento de doble dígito en la facturación se encuentra también el beneficio obtenido, pues este asciende hasta los 49,4 millones de euros, también una cifra de récord. En este caso, supera en un 10% los 45 millones obtenidos en el ejercicio anterior.