MURCIA. En las últimas semanas se ha generado una amplia polémica que, como viene siendo habitual, aprovechan los fundamentalistas para generar incertidumbre en la sociedad y demonizar al sector agropecuario español en nombre del medio ambiente y la salud.
El sector ganadero español cumple la estricta normativa sanitaria europea. Los sistemas de control del sector cárnico español, desde el campo hasta el consumidor final, están entre los más exigentes del mundo, garantizan la máxima calidad y seguridad a lo largo de toda la cadena alimentaria y facilitan la consecución de los objetivos medioambientales establecidos en el Pacto Verde Europeo.
El sistema alimentario ganadero-cárnico es uno de los más importantes motores de generación de empleo y riqueza, con amplísima y arraigada implantación económica y social. Es imprescindible para proteger el medio rural y muy especialmente como freno a la despoblación, ya que vertebra el territorio y fija población.
"Dejen estériles polémicas y demonizar al sector ganadero: reconozcan su contribución al progreso"
En España, más de la mitad de la actividad ganadera se realiza en municipios de menos de 5.000 habitantes y es el principal sustento para unos 2,5 millones de personas, suponiendo casi el 4% al VAB nacional (más de 42.200 millones de euros). En la Región de Murcia, unas 5.000 explotaciones ganaderas abastecen a más de un centenar de empresas que generan el 20% del empleo de todo el sector alimentario.
La paulatina concentración de las explotaciones ganaderas es consecuencia de la necesidad de afrontar los cada día más altos costes logísticos, de alimentación animal y los derivados del cumplimiento de las normativas sanitarias y medioambientales.
El sector ganadero comprometido con la sostenibilidad ha desarrollado un nuevo modelo de explotación ganadera autosostenible o "ganadería inteligente", que tiende a la implantación de grandes granjas verdes que contribuyen a la mitigación del cambio climático por su mínimo impacto ambiental y aseguran el mantenimiento y creación de empleo.
La nueva doctrina de los extremistas eurocéntricos implica evitar la concentración de las explotaciones porque generan emisiones y contaminan más, reducir la ingesta de carne o penalizar su consumo vía mas impuestos. Mientras, se consumen productos como avena o soja, causantes de parte de la deforestación de la selva del Amazonas o de países centroafricanos, con escasas objeciones.
El consumo de carne es imprescindible para alimentar a los seres humanos y atender sus necesidades de desarrollo físico e intelectual, siendo un potente instrumento de lucha contra el hambre y la desnutrición. La democratización del consumo de carne ha sido decisiva en la mejora de la calidad de vida de la humanidad.
La reducción de la producción de carne también provocaría un aumento de los precios, con lo que pasaría a ser un bien escaso de alto coste y por tanto se excluirá de su consumo a la población más vulnerable, provocando déficits alimenticios difíciles de corregir.
El sector ganadero-cárnico asegura un sistema alimentario de calidad, sostenible, resiliente, equilibrado y es imprescindible para recuperar la España vaciada y alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y erradicar el hambre y la desnutrición en el mundo.
España cuenta con una alimentación de muy alta calidad y es el país más saludable según el Healthiest Country Index de Bloomberg. Además, la Comisión Europea lo considera el de mayor esperanza de vida según el informe sobre la salud en la UE de 2019.
Dejen estériles polémicas y demonizar al sector ganadero, reconozcan su contribución al progreso y bienestar de la humanidad como hacen OMS, ONU o FAO y que se continúe avanzando en mejorar la gestión sostenible de las explotaciones ganaderas y la producción de carne de calidad.
Miguel Ángel Cámara Botía
Catedrático de Química Agrícola
Director Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica
Universidad de Murcia