VALENCIA. El curso 2022-2023 queda atrás y el inicio del verano marca el camino hacia otro año escolar. Los más pequeños experimentan un cambio brusco en su rutina y los docentes hacen balance de lo vivido a la vez que se preparan para seguir ejerciendo un papel crucial en la sociedad: educar a las nuevas generaciones; un trabajo en el que la actitud es fundamental.
Francesc Nogales (Valencia, 1977) defiende que "dar clase como hace 40 años es perjudicial", pues hay que adaptarse a las nuevas realidades y llevar la creatividad por bandera, tal y como demuestra con sus propuestas innovadoras. Está especializado en Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje y, en la actualidad, es maestro en el Colegio San Enrique de Quart de Poblet y profesor en la Universidad Europea. Además, en 2021 recibió el premio de Mejor Docente de Primaria de España por Educa Abanca.
En una conversación con Plaza, Nogales reflexiona acerca de las flaquezas del sistema educativo actual e insiste en la importancia de buscar la originalidad y prestar atención a cada detalle. Asimismo, aconseja a las familias cómo mantener la enseñanza desde casa con actividades sencillas a la par que curiosas.
- ¿Qué balance hace de este curso 2022-2023?
Yo he tenido un curso LOMLOE. Este año todos los que llevábamos cursos impares teníamos que aplicar la nueva ley y los que continuaban con el curso par no tenían que utilizar los libros nuevos ni ajustarse a la normativa. Ha habido incluso asignaturas distintas, en impar dábamos la asignatura de Proyectos Interdisciplinares, mientras que los compañeros de 2º, 4º o 6º de primaria no la tenían. Ha sido un poco diferente al utilizar esos materiales y recursos nuevos y toca habituarse a ellos.
- ¿Es complicado para los docentes adaptarse a estos cambios?
En este caso ha sido más complejo porque los decretos sobre qué teníamos que impartir o no se publicaron aquí en Comunitat Valenciana en marzo, con lo cual hemos tenido muy poco tiempo para para poder adaptarnos.
La realidad es que es difícil... A mí me da pena que la educación no sea algo importante, en el sentido de hay cambio de gobierno y parece que hay cambio de ley. ¿Es tan difícil que se pongan de acuerdo, es tan difícil que se tomen en serio la educación? Si nos damos cuenta en el debate cara a cara no se habló prácticamente de educación, se habló muy poco. A mí me preocupa qué perseguimos y qué queremos a nivel educativo. Me habría gustado escuchar propuestas reales, como bajar la ratio aprovechando que hay pocos alumnos porque cada vez nacen menos niños.
- ¿Por qué cree que no se le ha dado la importancia que merece?
Creo la política actual es de confrontación, en la que cada uno defiende su postura en oposición a las del otro bando. Necesitamos precisamente todo lo contrario, una política de entendimiento que empiece a apostar por dar valor a lo que hacen los profesores y por dar valor a lo que hacen las escuelas. Me gustaría que se escuchase más a los profesores, sé que hay voluntad y hay personas en particular en todos los partidos que intentan generar esa escucha activa, pero los intereses no siempre acompañan.
- Como señalaba, la reducción de la ratio es una de las reivindicaciones más habituales. ¿En qué otras cuestiones hay que mejorar?
Hay cosas que este año han empezado a funcionar y son interesantes, como dar énfasis a las metodologías activas. El que podamos tener una asignatura que se llame Proyectos Interdisciplinares es algo positivo. Este año ha sido el primero en el que ha estado presente y, en nuestro caso, hemos hecho telediarios con los niños, hemos trabajado la lectura y las reseñas literarias que luego publicaban en medios de comunicación reales.
"hay que llevar la bajada de ratio a PRIMARIA Y SECUNDARIA"
¿Qué más cosas deberíamos planificar de una manera un poquito más optimizada? Involucrar a las familias para que tengan un espacio real de participación en las escuelas. También me gustaría, como ya he comentado, que se bajase la ratio. La natalidad está como está, cada vez se tienen menos hijos y es la ocasión para bajar las ratios, no solamente en infantil, que ya lo han hecho. Habría que llevar esa bajada también a los cursos de primaria y a los cursos de secundaria.
- ¿Qué papel tienen la innovación y la creatividad a la hora de impartir clases?
Es algo fundamental, un profesor debería de ser una persona ante todo creativa. No significa que vayamos a inventar nada, pero sí que tenemos que ser creativos en cómo trabajamos con los niños y de qué manera les enseñamos. Lo que no queremos nadie es que nuestros alumnos se aburran y eso significa que yo voy a tener que invertir un tiempo ahora en verano en diseñar posibles propuestas que pueda trabajar con ellos de cara al curso que viene. Creo que dar la misma clase que dábamos hace 40 años sería algo perjudicial, más que nada porque los niños no están habituados. Ahora mismo, tienen un canal de información muy importante que es el audiovisual y nosotros tenemos que adaptarnos a eso.
- Usted está especializado en pedagogía terapéutica. ¿Se disponen de los recursos suficientes para satisfacer las demandas de los niños con necesidades especiales?
No, no hay recursos suficientes. Nosotros hemos tenido la incorporación de una alumna nueva en mitad de curso con una alta demanda de atención porque no conocía el idioma y nos habría gustado poder tener más horas de profesorado de PT o de profesorado de Audición y Lenguaje.
Necesitamos cada vez más profesorado tanto de PT como de Audición y Lenguaje y creo que es un beneficio que al final repercute en toda la clase. Por suerte, estamos realizando todos esos apoyos de manera conjunta dentro del aula y esto es algo muy positivo. Es necesario que los niños que necesitan atención concreta la puedan recibir sin tener que salir fuera del aula, como si fuesen bichos raros. La atención y el alcance que podemos llegar a garantizar es limitado y por eso hace falta más profesorado para poder atender mejor a estos alumnos.
- En cuanto a las herramientas disponibles, ¿cambia la formación en municipios con menos población respecto a grandes ciudades?
Sí, es lógico que haya pequeñas diferencias entre unos municipios y otros, pero no es tan importante dónde está el pueblo o cuántos habitantes tiene, sino que lo que realmente marca la diferencia es lo que cada profesor individualmente hace. Por suerte, tenemos profesorado increíble que hace virguerías tanto en la escuela pública como en la escuela concertada como en la escuela privada.
Lo que realmente hay que poner en positivo es esa labor que están desempeñando un montón de profesores y que muchas veces se desconoce porque no tienen visibilidad o no lo cuentan. Es cierto que hay escuelas en pueblos de interior de Valencia en las cuales un mismo profesor tiene que dar clase a alumnos de distintas edades, pero es que se están haciendo propuestas de gran valor y se están haciendo proyectos muy variopintos que merece la pena conocer.
- Usted recibió el reconocimiento de mejor docente de primaria de España en 2021. ¿Qué cualidades considera que debe tener alguien para ser un buen profesor?
"Un buen profesor mantiene contacto con los alumnos más allá del aula"
Un buen profesor es aquel que mantiene un contacto con los alumnos más allá del aula, aquel que continúa recibiendo formación y que se interesa por seguir mejorando constantemente, aquel que logra que sus alumnos al día siguiente digan "papá, mamá, es que aunque tengo fiebre, quiero ir a clase porque lo que van a hacer hoy seguro que es divertidísimo, seguro que me interesa". Ese es el objetivo que debemos perseguir. Intentar, primero, que cada profesor se preocupe por su alumnado y sepa qué necesita; eso se consigue únicamente con observación. Por ejemplo, poner el móvil a grabar para darme cuenta de todo aquello que sucede en clase y que a lo mejor yo no era consciente. Y después, con formación continua, tenemos que seguir aprendiendo y descubriendo cómo utilizar herramientas digitales e incluso dar una nueva vida o enfoque a las herramientas que ya utilizábamos.
- ¿Es importante que los profesores sean referentes?
Sí, por supuesto, pero yo creo que el auténtico referente siempre debe ser papá y mamá. Este año, por ejemplo, he realizado un proyecto en el que los alumnos de tercero y cuarto de primaria tienen que pensar qué les gustaría ser, qué oficio les gustaría tener en el presente. Y a partir de ahí vamos a desarrollar dos partes: una en la que el alumno junto con su familia investiga qué formación necesita y puede incluso entrevistar a alguien que esté desarrollando ese oficio. Y luego una segunda parte, sobre qué quería ser el papá o la mamá cuando tenían ocho años. Es precioso que yo les pueda contar a mis hijos todos esos errores que cometí o por qué no acabé siendo arqueólogo y por qué acabé siendo electricista, bombero o lo que cada uno haga. Es bonito que los niños descubran que no pasa nada por equivocarse, que no pasa nada por cambiar de opinión, siempre y cuando yo siga esforzándome y siga siendo una persona que trabaje.
Ahí es cuando el alumno vuelve a poner en valor a su familia. Nosotros somos también un referente para ellos, por supuesto, y tenemos que seguir siéndolo, dando ejemplo no solamente con lo que decimos, sino también con cada pequeño gesto.
- En su libro, 'Educar en clase... y en casa', insiste en fusionar esos dos pilares. ¿Hay una comunicación habitual directa entre familiares y docentes?
"La agenda de papel no debe ser el único canal de comunicación entre familias y docentes"
La comunicación es necesaria. Muchos colegios se acabaron dando cuenta de que la agenda en papel que utilizábamos antes y que seguimos utilizando, ojo, no debe de ser el único canal de comunicación. Hay escuelas en las que se genera básicamente mediante mail o mediante el programa de conselleria que se llama Ítaca. Creo que ese formato es un modelo válido, pero que necesita algo más.
Las familias lo que demandan es una comunicación efectiva y es el poder decir "oye, mira, me ha pasado esto". Pues aquí tienes mi número de teléfono, aquí tienes mi correo. Los colegios que apuestan por establecer canales de comunicación sencillos con todas las familias son los que crean ese espacio para papás, mamás, abuelos, porque no hay que olvidarse que los abuelos son los que muchas veces están ahí. Es lo que debemos defender, si no, nos estamos encontrando con colegios del siglo XIX que lo que ofrecen está ya un poco anticuado.
- Después de un año intenso llega el parón del verano. ¿Qué recomendaciones hace a las familias para afrontar el cambio?
Sé que es dificilísimo porque los niños no tienen escuela y las familias tienen que seguir trabajando. Consejos que les doy: cuanta más calidad tenga el tiempo que invirtamos con nuestros hijos, mejor va a ser la experiencia. Podemos trabajar la lectura de una manera muy sencilla, que el niño se lea el libro que quiera. Y vamos a plantearles que ellos puedan luego construir un pequeño booktrailer con lo que han leído. ¿Cómo van a generarlo? Bien, pues que se lleven la tablet cuando estén con los abuelos y que puedan narrar, contar lo que han leído, grabándolo ellos. Con la tablet se pueden grabar a sí mismos, pueden grabar un fragmento, pueden incluso hacer dibujos y planificar como si fuera un pequeño tráiler de una película, pero sobre ese libro.
Otra posibilidad que podemos hacer es ser turistas por un día en la ciudad en la que vivimos. Estamos habituados a ser turistas fuera. Pues vamos a pasear un día por la ciudad a intentar fotografiar edificios curiosos o visitar algún museo. Tenemos museos increíbles en València que muchas veces no visitamos porque no somos conscientes, como el de figuritas de plomo, súper interesante.
Podemos incluso hacer cosas tan curiosas como escribir un diario, intentar hacer experimentos, intentar jugar un poco con las matemáticas. Si le decimos a Chat GPT, que está ahora muy de moda, "prepárame cinco operaciones que estén mal". Y después "hijo, creo que estas operaciones de matemáticas no me han salido bien. Algo me dice que me he equivocado. ¿Me puedes ayudar a descubrir en qué me he equivocado?" Pues ya estamos planteando una actividad que, simple y llanamente con un pequeño cambio, puede ser muy interesante.
- Al final es salir un poco del modelo de deberes clásicos.
Claro, quien quiera hacer los deberes clásicos está muy bien, yo no digo que no. Pero creo que es bonito hacer cosas nuevas. Una de mis actividades propuestas para este año era: ¿Sabes qué son las lágrimas de San Lorenzo? ¿Sabes cuándo es el momento más interesante para ver las lágrimas de San Lorenzo? Intenta descubrir todo lo que puedas y prepárame una pequeña exposición para que el primer día de cole podamos ver lo que tú sabes. Pista importante: puedes utilizar Google para descubrirlo y si logras hacer una foto ese día o esa noche a algo espectacular te llevas el comodín estrella.
- ¿Ha repercutido la pandemia en el desarrollo de los niños y niñas?
"La pandemia hizo muchísimo daño y aún tenemos alumnado que tiene más problemas con la lectura"
La pandemia hizo muchísimo daño y de hecho aún tenemos alumnado que a lo mejor tiene más problemas con la lectura mecánica. Los que están ahora mismo en tercero o cuarto de primaria son los niños que estaban consolidando la lectura en aquel momento. Recuerdo que había niños o niñas que tenían miedo a salir a la calle y entonces les planteábamos retos como decir "quiero que envíes una carta a este compañero, pero para poder enviar la carta tienes que salir al buzón". Con lo cual les ayudábamos a poder superar esos miedos.
Nosotros durante la pandemia con los alumnos empezamos a escribir un pequeño diario en el que ellos diseñaron unos personajes y diseñaron una familia ficticia y cada uno de ellos contaba lo que les estaba ocurriendo personalmente en tercera persona. Al final acabaron publicando un libro que se llama 'Diario de un confinamiento en familia'. Ese libro se vende en Amazon y todo lo que se recaude pues va a una ONG.
Ellos tienen un recuerdo realmente positivo de lo que vivieron en el 2020 y ojalá todos pudieran tener ese recuerdo en positivo. Es una experiencia que hemos vivido, para algunos fue traumática por las pérdidas que pudieron tener, pero tenemos que seguir mirando hacia adelante. Hay que seguir apoyándoles desde distintos ángulos y desde distintos vértices de todo este poliedro increíble que es la educación.
- ¿De dónde surge su pasión por la enseñanza y sus ideas tan originales?
No sé exactamente, a mí me gusta lo que hago y me gusta dar clase. Intento no aburrirme, si me aburro yo como docente, ¿cómo no se van a aburrir los niños? Yo te diría que cada persona coja aquello que le guste. A mí me gustaba la imagen y el sonido y trabajo muchísimo a nivel audiovisual con los niños, pero si a alguien le gusta algo diferente que lo utilice en el aula.
Ese es el secreto, lo que deberíamos lograr todos. Si te gusta la comida y la cocina, pues vamos a organizar un MasterChef y vamos a intentar hacer algo en ese sentido. Si te gusta el deporte, pues vamos a ver de qué manera podemos utilizar el deporte y vamos a empezar practicando deporte, intentar generar una vida saludable y vida sana.
Lo que tenemos que intentar hacer es sentirnos simplemente felices con lo que hagamos. Y la felicidad la conseguimos con cada sonrisa que te viene por la mañana esperando a que lleguen los niños. Querer ser el primero que ya está en el patio para que cuando crucen la puerta empiece una nueva aventura que merezca la pena contar.