VALENCIA. Casi un mes después de anunciar un nuevo ERE en la factoría de Almussafes, Ford pone las cartas encima de la mesa y plantea 1.622 despidos, un 33% del total actual de trabajadores. Un nuevo ajuste que implicará constreñir aún más una plantilla que lleva años a la baja ante la caída de producción. En este momento, la planta solo fabrica el modelo Kuga y, aunque la firma del óvalo ha anunciado un nuevo coche, no será hasta 2027 cuando se empiece a producir, lo que significa años de travesía y poca carga de trabajo.
De los despidos anunciados, y según ha trasladado el sindicato UGT Ford en un comunicado, 626 serían bajas incentivadas con carácter definitivo, y 996 despidos objetivos con preferencia de recontratación en 2027, como figura en el plan expuesto este miércoles por la empresa.
Por tanto, era previsible que, de nuevo, volverían los ajustes a Almussafes. Y la dirección comunicó que sería en forma de despidos. No obstante, todavía se estaba a la espera de conocer ese excedente de personal. En el último encuentro entre dirección y comité de empresa de hace quince días, Ford aseguraba que estaba estudiando el impacto del nuevo recorte, aunque, mientras tanto, se anunciaba la ampliación del actual ERTE en la factoría de Almussafes, previsto hasta el 20 de junio, pero que se alargará hasta el 31 de julio.
Este miércoles se producía una nueva reunión de la mesa negociadora en la que Ford ha planteado esos 1.622 despidos. Un duro golpe que supondrá dejar en mínimos la plantilla de la factoría, que actualmente cuenta con 4.900 trabajadores, pero que en sus años 'dorados' llegó a albergar a 9.000 personas. Se trata del cuarto ERE desde que comenzara la reestructuración de Ford en Europa, anunciada en 2018 en el seno del Comité Europeo de Ford y que comenzó en la fábrica en junio de 2020.
Así, este último recorte se suma al de hace un año, que afectó a más de mil empleados, es decir, al 20% de la plantilla de ese momento. El acuerdo del último ERE, cerrado tras nueve meses de reuniones y duras negociaciones, afectó en concreto a 1.144 trabajadores.
En cualquier caso, según apunta UGT, con esta negociación se dará por "concluida la fase de reestructuración" de la factoría y comenzará "la fase de transición, así como la del rediseño de Ford Almussafes". Con el objetivo de realizar ese tránsito en las mejores condiciones posibles, y analizar la situación de la industria automovilística en general, y de Ford en particular, el sindicato mayoritario ha convocado una Asamblea General de afiliadas y afiliados el próximo sábado, 15 de junio.
En este momento, las instalaciones valencianas solo fabrican el modelo Kuga, tras perder en abril la producción de la furgoneta Transit. Una situación que ha rebajado la carga de trabajo y que ha llevado a la dirección a tomar esta dura decisión.
Cierto es que la planta de Almussafes se adjudicó en 2022, los nuevos vehículos eléctricos de Ford en Europa, pero la compañía anunció en noviembre que aplazaba las inversiones necesarias para ello ante las malas ventas en el mercado, por lo que se decantó por un B: apostar por los híbridos.
Así, la multinacional anunció en mayo que la planta valenciana produciría un nuevo modelo multienergía a partir de 2027. Todavía se desconoce el modelo, pero ya se ha concretado que la producción anual será de 300.000 unidades. Un fuerte pedido que garantiza la supervivencia de Almussafes, pero que, sin embargo, llegará dentro de dos años, por lo que mientras tanto la producción será mínima y requerirá de menor empleo.