MURCIA. El atletismo y el mundo del deporte lloran la pérdida de Aurelia Marín Ramón, la abuela del atletismo murciano que ha fallecido a los 87 años y se va siendo una pionera con la que dio comienzo una prolífica saga, los Barranco, que incluye al internacional Sergio López Barranco, su nieto.
Cuando no se utilizaba la palabra running, tan habitual en estos días, se trataba simplemente de correr y Aurelia, un auténtico ejemplo de superación, evidentemente ya estaba ahí.
La Federación de Atletismo de la Región de Murcia (FAMU) ha lamentado esta triste pérdida, la de una mujer luchadora que se convirtió en un símbolo de un deporte que vive su auge pero que ella ya practicaba cuando no era así.
“Marín ha fallecido víctima de una enfermedad que arrastraba desde hace tiempo y que se la ha llevado a los 87 años, pero Aurelia nunca nos abandonará. Siempre tendremos presente su ejemplo de superación, su vitalidad, su contagiosa alegría", indica la FAMU en el comunicado en el que ha informa de la muerte.
"Era una mujer valiente que comenzó a practicar el atletismo cumplidos los 50 años y tuvo tiempo de convertirse en una de las atletas más laureadas de nuestro deporte, atesorando en su vitrina una innumerable nómina de éxitos regionales, nacionales e incluso internacionales como el bronce logrado en el Campeonato del Mundo de Veteranos de 2009 en la ciudad finlandesa de Lahti y en la prueba de lanzamiento de peso, su especialidad principal junto a los 100 metros lisos", destaca la FAMU.
Italia, Puerto Rico, Australia, Brasil, Estados Unidos… son lugares en los que Aurelia dejó su impronta esta atleta que recibió la distinción de Mejor Atleta Veterana en la II Gala del Atletismo Murciano correspondiente a la temporada 2012/2013.
Madre de atletas, como Juan Jesús -marchador internacional en categorías inferiores- y Sebastián Barranco, la abuela del atletismo murciano también lo es de una de las grandes joyas de presente y futuro del atletismo español, el velocista Sergio López Barranco, quien aún tiene muchos premios y alegrías que dedicarle.