CARTAGENA. "Es todo fachada" decimos cuando queremos resaltar las carencias que oculta determinada persona tras una imagen triunfalista o exuberante. En estos meses la Asamblea Regional en Cartagena es el paradigma de esta frase.
"La Asamblea está en llamas, y la ha incendiado el poder ejecutivo, el PP"
La imagen de su fachada ardiendo allá por 1992 no se nos había borrado a ninguno y, sin embargo, el éxito de El año del descubrimiento nos lo ha grabado para siempre. Si el 3 de febrero se cumplían 29 años del suceso, el 10 de marzo se conmemoró por todo lo alto la efeméride con la presentación de una moción de censura que amenazaba con desalojar del poder a quienes accedieron a él -26 años atrás- a resultas del castigo social.
El incendio que ha retratado para siempre el fachadismo regional ha venido después.
El mercadeo subrepticio ha llevado al fracaso de dicha censura -algo que muchos podían suponer por la guerra entre Isabel Franco y Ana Martínez Vidal- pero, sobre todo, a la integración en el Gobierno regional del PP de siete diputados tránsfugas de Vox (3) y Cs (4).
La Asamblea está en llamas, y la ha incendiado el poder ejecutivo, el PP.
No por ganar la moción, ni siquiera por hacer consejeros a quienes le dieron la victoria traicionando a sus votantes, compañeros y partido que los propuso, sino porque esta semana ha terminado de corromper el sistema y el orden constitucional ocupando las portavocías de otros dos grupos con esos tránsfugas para controlar la función del poder legislativo.
Así que de los cinco grupos políticos que iniciaron la legislatura quedan, a día de hoy, tres legítimos (PSOE, PP y UP) y dos putativos (Vox y Cs), que sostienen la mayoría.
El caso es que López Miras presume, de gozo henchido, de "Gobierno más estable que el anterior", creyendo que la lustrosa fachada oculta la miseria de su contubernio en la trastienda de la Asamblea Regional.
Cierto es que el ensayo ya lo traía hecho el PP en el Ayuntamiento de Cartagena, donde -como en todo- fuimos antes y pioneros. Tan cierto como que desde los sectores empresarial y mediático todo han sido parabienes para Castejón, tránsfuga pero poco debían pensar y Arroyo, quintacolumnista de San Esteban en nuestro Ayuntamiento.
La trinca autonómica ha sido peor recibida, pero ya sabemos que ese fuego regional puede apagarse y nos quedará la 'preciosa Asamblea'.
Mientras el Palacio Consistorial cartagenero la cuestión es si hay "agua para todos".
Castejón ya sabemos que busca llegar a buen -y remunerado- puerto, pero ¿tiene el PP de Arroyo regalías suficientes para calentar el ánimo -o empapar- de los cinco tránsfugas del PSOE y los dos que apunta Cs?
La respuesta la tendremos pronto, y tampoco estará en la fachada.
Jesús Giménez Gallo
Presidente de MC Cartagena