Durante años, muchos han repartido carnets de pureza ideológica, de pensamiento, hasta de violencia y dolor y de defensa de las libertades. Ha sido y es un hábito muy común que a veces nos lleva a la estrategia política, cuando lo verdaderamente importante es el ser humano y la víctima que ha padecido el desgarro. Los diez años sin las armas de ETA son todo un logro de la sociedad española unida, aunque en algunos momentos hayamos tenido dudas.
Otegui marca la agenda. No deja de ser doloroso para las víctimas y sintomático para los políticos que, en este positivo aniversario sin la violencia etarra, estemos dedicando tiempo a los avatares lenguaraces y procaces de Arnaldo Otegui. No olvidemos que está condenado por colaborar con la banda armada y ser participante en el secuestro del político del PP Javier Rupérez. Está claro que no es un hombre de paz. Ha bastado una "significativa" comunicación de solidaridad por el dolor causado a las víctimas que posteriormente ha enmendado el propio Otegui ante su "parroquia" de Eibar confirmando lo que muchos se barruntaban: “Tenemos a 200 presos en la cárcel y si hay que votar los Presupuestos lo haremos”. Lo cierto es que ha dejado a los pies de los caballos al propio Gobierno de Pedro Sánchez y al PSOE e incluso en evidencia y desnudo porque se han conocido las opacas negociaciones con Bildu. Primero el partido y el exlendakari Patxi López se felicitaban por el comunicado, más tarde la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, decía que era insuficiente y por último, en la sesión de control al Gobierno, Sánchez no tuvo más remedio que dar un “no rotundo” al intercambio presos por dinero que explicaba Otegui ante sus conmilitones.
Cuestión de pureza. Durante los “años del plomo”, el nacionalismo vasco -PNV- y la iglesia vasca miraron para otro lado o peor. El PNV, con Xavier Arzallus al frente, decía que la violencia de ETA era cosa de “chicos jóvenes” incómodos con el Franquismo y las “fuerzas opresoras”. Así que estábamos todos defendiendo las libertades después de la dictadura y unos jóvenes “idealistas” mataban, con la tibieza de sus mayores. El clero vasco también contribuyó en la operación. No se puede generalizar, pero los que ya tenemos experiencia recordamos cómo muchos terroristas eran escondidos en sacristías o cuando se debían oficiar funerales por policías o guardias civiles asesinados por ETA por arte de magia costaba encontrar a un sacerdote que hiciera la ceremonia. Eran funerales durísimos, sombríos y en soledad. Como si los muertos y sus familias fueran responsables de no ser “puros”, de no tener ese ADN de defensa de no sabemos qué patria.
Y ahora, pasados los años, vemos esos homenajes a los etarras excarcelados como si fueran héroes y muchos no alcanzan a entender esos extraños cambalaches de la política con acuerdos sorprendentes de supuestamente enemigos reconocidos. En medio de este maremágnum, resulta que el purísimo PNV se da cuenta ahora que EH Bildu le puede comer la tostada y valga la expresión. Aseguran ahora tanto el presidente del partido, Andoni Ortuzar, como el lendakari, Iñigo Urkullu, que la puesta en escena de Otegui y compañía es instrumental e interesada y que tiene como último objetivo sustituirles en los afectos con Madrid. Sorprendente y eso que el PNV siempre es muy pragmático y pacta con tirios y troyanos. Ahora presionan a Sánchez para que les reconozcan como socios y se muestran muy incómodos con la situación.
ETA es el pasado, pero con mucho dolor que no debemos olvidar. Las cifras son escalofriantes: más de 3.000 atentados, 864 asesinatos, 79 secuestros, más de 7.000 víctimas y todavía están sin resolver y juzgar algo más de 300 asesinatos. Precisamente el próximo mes viaja a España una comisión de la UE para que se investiguen estos casos abiertos. Las víctimas fueron hombres, mujeres y niños con disparos a bocajarro o por la espalda; bombas lapa en coches, bombas en cuarteles de la Guardia civil (Zaragoza, Vic…); atentados contra militares o contra gente que iba al colegio como Irene Villa y su madre, María Jesús; concejales del PP y PSOE como Miguel Ángel Blanco -secuestrado y asesinado-, Gregorio Ordoñez, Isaías Carrasco o Manuel Zamarreño; jueces como Tomás y Valiente o profesores de Universidad como Manuel Broseta; senadores como Enrique Casas; exministros como Ernest Lluch; secuestros como el de José Antonio Ortega Lara; extorsión con el impuesto revolucionario a empresarios que pagaban para seguir viviendo con la tranquilidad del terror, descapitalización económica del País Vasco -muchos emigraron de su comunidad para salvar su vida y evitar esa extorsión-. Esta es la verdad, esta es ETA, y no otra.
Eduardo Madina y Borja Sémper. Los dos se han retirado de la política. Madina, dirigente socialista, sufrió la amputación de una pierna tras explotar su coche con una bomba lapa, cuando era un joven valor de las juventudes socialistas. Sémper se salvó de un atentado porque la terrorista a la que conocía, como supo después, se arrepintió a la hora de disparar. El dirigente popular conoció más tarde el seguimiento y el desarrollo del atentado del que se salvó de milagro. Ambos son amigos y nos dan un ejemplo de lo que ha sido la vida en el País Vasco y en España en esos años durísimos de terrorismo. Han escrito un libro, Todos los futuros perdidos, y han protagonizado un documental titulado Impuros que ha servido de germen de la publicación. Hablan de la pureza de comportamiento y exigencia del entorno radical (abertzale) que durante tanto años les ha perseguido. De una parte a Madina incluso le han acusado de defensor de etarras y a Sémper de fascista, y todo porque proponían soluciones diferentes desde sus puestos políticos. Los dos quieren y pretenden, y en eso debemos estar todos, contar la verdad de lo ocurrido y que nuestros jóvenes lo sepan. No se puede edulcorar lo sucedido. Hubo muerte, desgarro y dolor. ETA eran los malos y los buenos las víctimas y la sociedad que los derrotó.
PSOE: Pedro Sánchez está solo y no lo sabe. El 40º Congreso Federal de Valencia certifica el culto al líder. Pasó en el Gobierno. No hay cortafuegos, y pasa ahora en el partido. Muchos se felicitan porque se acercan Moncloa y Ferraz y porque llega Súper Bolaños (Félix Bolaños, ministro de Presidencia). Error. Esta semana lo hemos visto. Las urgencias presupuestarias y la sorpresa Otegui han puesto muy nervioso al presidente. Primero el partido positivando a Bildu y luego el Gobierno y el propio Sánchez aclarando. No hay intercambio presos por dinero. Y es que los socios periféricos aprietan. Lo hace ERC que curiosamente lleva días sin hablar de la tan solicitada mesa de diálogo, el PNV también que se siente descolocado por la efervescencia de Bildu... Así que en apariencia los Presupuestos parecen ahora un quebradero de cabeza. Parecía todo controlado y en un par de días la oposición ruge y acusa por las extrañas alianzas.
PP: Pablo Casado y el "encantamiento". Los sondeos los carga el diablo. Los últimos dicen que los populares recuperan aire tras su minué del liderazgo de Isabel Díaz Ayuso y después de la convención valenciana parece que crecen los apoyos. El PP no debería encantarse porque las citas electorales no parecen que vayan a llegar pronto. Jugar a futuro está bien, pero hay que sopesar todos los factores. Llámense adelantos autonómicos, sorpasos y absorciones de Ciudadanos o separación ostensible de Vox. Acertar en política no es fácil. Un solo gesto puede cambiar la partida. Así que es importante gestionar los tiempos no vaya a ser que un tiempo no gestionado les sorprenda sin los deberes hechos.
Vox: Santiago Abascal contra todos. La cuestión de ETA la intenta rentabilizar; no en vano, sufrió al igual que su padre numerosos intentos de atentado. Ahora no arremete solo contra Sánchez. Lo hace también contra el PP, y en especial contra Mariano Rajoy por negociar con ETA. Tiene un discurso difícil porque tanto el PP como el PSOE sufrieron en sus filas la violencia etarra. La negociación de las cuentas del Estado son un escaparate para sus pretendidas medidas sociales y para echar en cara los pactos contra natura de unos y otros. Se le queda corto el discurso contra el PP porque en ocasiones coinciden en sus postulados y así es difícil fijar voto y ganar adeptos.
Unidas Podemos: Llega el yolandismo. Y como todos los ismos tiene su riesgo. De momento crece al menos mediáticamente y puede hacerse muy largo. Que pregunten por Yolanda Díaz en el CIS es un síntoma, que Sánchez refrende sus políticas, aunque sea a "regañadientes", es otra pista. Pero es que en Moncloa y Ferraz hay encuestas nada halagüeñas en el corto y medio plazo. Vislumbran que una candidatura fuerte de Yolanda Díaz les puede perjudicar. Otra cosa es intentar minimizar su gestión, sus propuestas y esas fotos que tanto le sacan a la vicepresidenta. Ya es sabido el gusto por el marketing de Moncloa. Mientras se dilucida esa nueva mayoría del yolandismo, resulta que hay una nueva crisis entre el Tribunal Supremo y el Congreso a cuenta de la posible retirada del acta de diputado a Alberto Rodríguez, condenado por agredir a un policía. Desde Unidas Podemos de momento cuentan con el apoyo sorpresivo de los abogados de la Cámara. El Supremo insiste en retirar el acta como marca la ley.
Ciudadanos: Inés Arrimadas y sus recursos dialécticos. Habla bien, defiende sus postulados con vehemencia, pero como siempre decimos aquí le fallan las matemáticas parlamentarias y esas son necesarias. Esta semana ha exigido a Sánchez que rompa con Bildu para "no apoyar los Presupuestos de ETA". Buen intento, pero se suma a lo que obviamente toda la oposición comparte. No aparecen en ninguna quiniela para sumar, más bien para desaparecer. Pero inasequible al desaliento anuncia recurso a los Presupuestos. Y pensar que en días no muy lejanos estaba en franca cercanía con el PSOE.
Borja Sémper, expolítico del PP: "No hemos sabido ganar". ¡Lleva razón, a estas alturas no deberíamos caer en la división. ETA asesinó, secuestró y extorsionó, pero perdió!
Eduardo Madina, expolítico del PSOE: "Ganaron los buenos y los jóvenes lo tienen que saber". ¡Es nuestra obligación procurar que los jóvenes sepan la verdad!
Fernando Roig, presidente del Grupo Empresarial Pamesa, el primer fabricante de azulejos en Europa y sexto en el mundo: "Vamos a subir los precios por el impacto de la energía. El Gobierno se equivoca por apostar por la retirada del carbón antes de ser buenos y grandes productores en renovables". ¡Alguien no ha hecho bien las cuentas o la regulación de precios del sector energético. Se avecina un invierno duro y no solo con el recibo de la luz, puede haber despidos en sectores importantes!
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno: "Yolanda Díaz es ministra de mi Gobierno. Es importante que la izquierda sea una en las próximas elecciones". ¡Miedo escénico. Díaz apunta maneras y Sánchez intenta que no le tosa!
José Luis Ábalos, diputado del PSOE, exsecretario de Organización, exministro: "No tengo nada que aclarar porque no puedo ni intuir la explicación de mi cese". ¡Lo de las lealtades inquebrantables no existen. Y las explicaciones a los ceses tampoco. Es la política en estado puro!
Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha: "Casado se va a consolidar y puede ser un claro desafío y alternativa al Gobierno". ¡No se sabe si es bueno para Casado que se lo diga Page y tampoco para Sánchez!
Felipe González, exsecretario general del PSOE: "Quiero que el Emérito vuelva y se respete su presunción de inocencia". ¡Pues para haber vuelto a la senda del PSOE no está mal. Sánchez tiene que gestionar el asunto y no es fácil!
Jordi Pujol, expresident de la Generalitat, en su escrito de defensa ante su próximo juicio por supuestos delitos de corrupción: "Tuve dinero en Andorra por el riesgo político que asumí". ¡Pues nada, todo aquel que asume riesgos en la política puede tener un desahogo y una cuantas bagatelas en paraísos fiscales. Muy edificante!