MURCIA. Una de las cuestiones más recurrentes desde que comenzó la pandemia es el desgaste psicológico que ha supuesto para los trabajadores. Son escasos los entornos laborales que han esquivado el impacto de la covid, que se ha hecho notar en forma de estrés, ansiedad y mayor dificultad para desconectar. Pero si de algo ha servido este proceso, ha sido para que las empresas tomen conciencia de que sus empleados ya sufrían estos efectos antes de la propagación del virus y en algunos casos adopten medidas para paliarlos.
En este sentido, la asesora de recursos humanos Adecco ha publicado recientemente un estudio en el que ha entrevistado a un total de 1.116 empleados y 131 empresas de más de 10 países en tres continentes, España entre ellos. Las conclusiones del informe arrojan luz sobre el nivel de cuidado que las empresas tienen del bienestar de sus trabajadores, así como también reflejan la percepción de los mismos sobre el grado de preocupación de sus empleadores hacia ellos.
Si bien un 59% de las compañías culpan a la crisis sanitaria como principal responsable del estrés de sus trabajadores, lo cierto es tan solo un 25% se muestra de acuerdo. De hecho, el 68% de los asalariados indican en la encuesta que experimentan estrés o ansiedad a menudo, pero solo 3 de cada 10 aseguran que la covid ha agravado estos factores.
Este segmento poblacional más afectado por la covid está constituido por personal que ejerce su función de cara al público, mujeres, generación X (nacidos entre la segunda mitad de los 60 y comienzos de los 80) y millenials (nacidos entre las décadas de los 80 y los 90).
Con todo, las conclusiones extraídas del informe indican que la pandemia más bien ha propiciado que los trabajadores se replanteen su modo de conciliación laboral y familiar, dada la flexibilidad que otorga el teletrabajo, aunque no es compatible con todas las actividades profesionales. El 30% de los encuestados trabajan desde casa tres días a la semana, pero entre estos, el 86% ocupa cargos administrativos, mientras que quienes trabajan de cara al público o desempeñan su labor en el ámbito industrial tienen más dificultad para ello.
No es de extrañar que la generación Z, la más hiperconectada a internet, sea la que más dificultades tenga para dejar de pensar en el trabajo fuera del horario laboral. Según el documento, el 69% de lo los nacidos entre los últimos años de los 90 y el año 2000 que han participado en el estudio asegura que revisa su correo cuando no está trabajando, mientras que el 61% trabaja cuando no le toca. Estos datos son directamente proporcionales con los niveles de estrés y ansiedad, que recaen sobre los más jóvenes. Un 77% reconoce que lo sufre a menudo.
Puede que tras estos porcentajes se esconda una realidad que afecta a los recién graduados: la meritocracia y tener que demostrar de forma constante su validez como profesionales, dada su falta de experiencia, los abrumadores niveles de demanda y la escasez de oferta en el mercado laboral. En cambio, ese esfuerzo extra no se les exige tanto a los baby boomers, nacidos entre las década de los 40 y 60, y por ende son los que menos estrés sufren según la encuesta: un 30% se lleva tareas a casa y un 52% que responde correos fuera del trabajo.
Por países, en España el 59% de los trabajadores entrevistados afirma que se lleva trabajo a casa una media de 4,4 días por semana, mientras que un 37% comprueba su correo cuando no trabaja durante una media de 3,3 días. Cifras que son superiores a las que aportan los trabajadores alemanes, por ejemplo, puesto que un 30% revela que continúa las tareas en su hogar durante una media de 3,2 días a la semana y un 46% sostiene que revisa el correo 4,6 días fuera de trabajo.
Otro dato paradójico que desvela el texto elaborado por Adecco es que el 73% de las empresas considera que el bienestar de sus empleados es determinante para su compromiso y satisfacción. Sin embargo, la compañía encargada de la gestión de recursos humanos ha analizado también el tipo de iniciativas que las entidades llevan a cabo para contribuir al bienestar de los trabajadores. Y tan solo un tercio de las encuestadas ofrecen alguna.
Como consecuencia, el 45% de los empleados responde que no se siente apoyado por su entidad a nivel de bienestar. En cuanto a los españoles este porcentaje es similar (43%), por lo que tres de cada 10 prevén abandonar el puesto en los próximos dos años. En términos globales de la encuesta, un 23% se plantea irse en ese plazo, mientras que un 31% de los trabajadores de pymes lo hace, dado que estas son más reticentes al teletrabajo y por tanto aportan una menor flexibilidad.
Aun así, las principales facilidades que ofrecen algunas compañías son la flexibilidad del lugar de trabajo y de horarios, así como también valoran la adjudicación de días libres. Sin embargo, en España, por ejemplo, un 80% de los entrevistados desearía que la empresa contase con un plan de apoyo de salud mental. Además, la segunda medida escogida por todos los empleados de distintos países que han contestado a las preguntas es tener un seguro médico en su compañía.