VALÈNCIA. El goteo continuo de cierres, transformaciones en otro tipo de sociedades o integraciones en fondos de inversión -y lo que queda- de sicavs sigue reflejándose mes a mes en los datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). Y en esta ocasión mayo no iba a ser menos, dado que a lo largo de los cinco primeros meses del año se esfumaron 143 sociedades de inversión de capital variable. O lo que es lo mismo: superar las 127 que pasaron a mejor vida a lo largo de todo 2022.
A 31 de mayo pasado, el número de sicavs se había reducido hasta las 2.164, la cota más baja desde enero de 2001, un 6,20%. Un número que va a ir recortándose más a la vista de que día sí y día también la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) informa por hecho relevante de alguna baja de este tipo de vehículos financieros.
Ni que decir tiene que todo esto conlleva la caída en picado del número de accionistas -no pocos mariachis u hombres de paja-, que solo entre enero y mayo del año en curso ha visto como se reducían en 101.027 hasta los 261.882, casi un 28% menos que hace doce meses. Como también se ha mermado el patrimonio de las sicavs en dicho periodo, pero sin duda producto del llamado 'efecto mercado'. Así, los 29.247 millones de euros que gestionaban esta sociedades de inversión de capital variable a 31 de diciembre de 2021 han disminuido hasta los 26.225 millones, es decir, un 10,33%.
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Los cambios regulatorios que han afectado a las sicavs son fruto de una "demonización" de este instrumento, "con la idea de que eran una especie de sistema para defraudar". Así lo manifestaba hace un mes Daniel Lacalle, economista y director de inversiones de Tressis. A su juicio, la mejor decisión hubiera sido adoptar un sistema similar al francés donde "se generalizan a todos los sectores. Se ha partido de la base del error y la falacia de que es un instrumento para el fraude fiscal. Al 1% tributan las ganancias, el resto tributa como todo. A mí lo que me hubiera gustado es que se hubiera hecho un régimen regulatorio de las sicav similar al de Francia, donde están generalizadas", manifestaba al respecto.
Conviene recordar que los requisitos de las sicavs se endurecieron con la entrada del nuevo año, tal y como lo recoge la Ley 11/2021 de 9 de julio. A partir de ese día, y entre otros aspectos, se impone una inversión mínima de 2.500 euros -o 12.500 euros en el caso de una sicav por compartimentos-, con el fin de contabilizarlas dentro del mínimo de cien participantes necesario para tributar al 1% en el Impuesto sobre Sociedades.
Todas las sicavs que se están disolviendo -y las que sigan los pasos- tendrán un periodo transitorio de seis meses exentas de impuestos, pero eso sí siempre y cuando se reinvierta en otros instrumentos. Como tampoco hay que olvidar que el número mínimo de accionistas tiene que permanecer en -como mínimo- las tres cuartas partes del periodo impositivo. Todo ello estará vigilado por la Agencia Tributaria y no la CNMV hasta ahora encargada de ello.
Lo que no cambia, un mes más y ya van muchos, es la hegemonía del Banco Santander en el que hasta hace bien poco era un auténtico caladero para las bancas privadas de las entidades financieras. El llamado 'banco rojo' volvió a capitalizar los tres epígrafes, tal y como se observa en la tabla superior. A saber: copó el 17,86% del patrimonio con 4.685 millones, el 18,16% del número de sicavs con 393 y el de los accionistas con casi un 34% (88.915).