MURCIA. Empiezo a escribir estas líneas dos días después de que haya finalizado en Madrid la Cumbre de la OTAN. Para quien haya seguido la prensa estos días -yo sinceramente lo justo- es fácil concluir que estamos en una España "de 10".
Y desde luego no es la nota que yo le daría…
Me parece que esa España "de 10" es tan solo la que quieren presentarnos una serie de medios de comunicación (qué evidente, deudores de ciertos grupos…) que se mueven exclusivamente entre la continua campaña político-publicitaria a favor de quienes en realidad los financia; y el morbo de "noticias" escogidas entre los distintos colores: del amarillo al rosa, o esas que generan bajas pasiones en sus audiencias.
Quizá estoy pintando un cuadro para algunos demasiado dramático de la situación, pero en mi opinión a veces es necesario que nos zarandeen (intelectualmente hablando) para que caigamos en la cuenta de que vivimos en un mundo ficticio: un mundo en el que el discurso pretende crear la realidad cuando, parafraseando un conocido refrán, "aunque el discurso se vista de seda, (en) discurso se queda".
O al menos en eso debería quedarse si contamos con un mínimo de opinión propia y espíritu crítico ante la "información" que nos llega, gran parte de las veces como digo, sesgada por intereses ideológicos o económicos.
Por supuesto que la celebración y el desarrollo de la Cumbre han sido un éxito a nivel internacional. Un éxito del Gobierno y de su presidente, pero también -y mucho- de los Reyes como anfitriones de excepción, de las miles de personas que han estado directamente involucradas en la organización, la seguridad, etc., y del conjunto de España.
Por eso, que ridículo resulta que algún "mesías" haya tratado de monopolizar ese éxito… Pero no es ése el tema del artículo.
Sobre lo que quiero reflexionar es si realmente vivimos en una España "de 10".
¿Qué ha cambiado en los últimos años en nuestro país? ¿De verdad estamos en una situación sobresaliente?
Desde luego, ideológicamente el cambio está siendo evidente. Y resulta digno de estudio cómo un partido que gobierna con la menor representación parlamentaria en la historia de nuestra democracia lo está consiguiendo: ha legislado sobre temas de profundo calado negociando con frecuencia de manera poco transparente y sin dar a conocer cesiones ante grupos muy minoritarios, con el apoyo de partidos políticos cuyos intereses no parecen coincidir con los de la gran mayoría de los españoles, y sin el menor acuerdo con los grupos de la sociedad civil afectados por esas leyes. Muchas veces además usando con una muy dudosa validez jurídica la herramienta del Decreto-Ley.
Podríamos poner muchos ejemplos: desde Ley Orgánica de Modificación de la LOE (ley Celaá) que fue aprobada por un solo voto, sin escuchar a la comunidad educativa, y de dudosa constitucionalidad -entre otros puntos- en lo que a la libertad de enseñanza reconocida en la Constitución se refiere (art 27.1, 27.6, 27.8); pasando por frecuentes reveses judiciales que han declarado inconstitucionales aspectos importantes de esos Decretos-Ley tan habituales (el confinamiento domiciliario durante los estados de alarma, el nombramiento de Pablo Iglesias en el CNI, el de Rosa Mª Mateos como administradora única de RTVE, etc.); hasta contundentes informes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o de Salas de la Audiencia Nacional contrarios a anteproyectos de ley, y que el Gobierno ha ignorado (ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, ley de Memoria democrática, ley de Enjuiciamiento Criminal, indulto de los condenados por el golpe de estado en Cataluña, etc.). Informes que no son ideológicos, sino exclusivamente jurídicos, sobre la conculcación de derechos como el de la presunción de inocencia (CE 24.2).
Con este cuadro, ¿diría que estamos en una España "de 10"? No voy a dar una calificación, pero sinceramente no puedo dar un sobresaliente.
Yo sólo veo a España "de 10" (de auténtica matrícula de honor) en datos ruinosos:
- Inflación: 10,2% en junio. Y los españoles reales, los que andamos por la calle que somos un 10,2% más pobres aún tenemos que aguantar el discurso del Gobierno de que sólo gracias a ellos no estamos en un 15%…
- Estar más de 5 puntos por debajo del PIB anterior a la pandemia cuando la UE prácticamente ya lo ha recuperado
- Tomar el pelo a los españoles con medidas como la de que el Estado financia 0,20 Euros por litro de combustible. Si de media el combustible ha subido aproximadamente un Euro, el Estado está recaudando por litro 17 céntimos más (1-1/1,21). ¡Nos está financiando 3 céntimos y nos "vende" una financiación de 20!
No es elegante referirse a uno mismo, pero van a permitírmelo esta vez. Ya escribí hace dos años que, con parte del gobierno comunista, debíamos todos "guardar nuestras gallinas".
Javier Giner Almendral
Economista
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