CARTAGENA. Investigadores de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) desarrollan un proyecto basado en un jardín vertical para mejorar la calidad del aire y optimizar la eficiencia energética, informaron fuentes de la institución docente en un comunicado.
Los investigadores han colocado en el interior del Espacio Mediterráneo de Cartagena una estructura con plantas que actúan como biofiltros y tienen una probada eficacia en la mejora del aire.
La calidad del aire interior "es muy importante, sobre todo tras los efectos de la covid-19", ha señalado el responsable del proyecto, Jesús Ochoa, investigador del Grupo de Hortofloricultura Mediterránea, quien ha señalado que se ha incrementado el uso de sensores de CO2 para medir la calidad del aire.
Por tanto, este jardín, de 10 por 3 metros, "es un pulmón verde que absorbe el CO2 del interior y contribuye a la seguridad de los clientes del centro comercial", ha añadido Ochoa.
Este estudio permitirá evaluar a lo largo de este año las aportaciones ambientales en términos de lucha contra el cambio climático, el secuestro de carbono, sostenibilidad y ecología también desde un punto de vista social.
Algunas de estas plantas, como el lirio de la paz, el poto o las cintas, fueron utilizadas por la NASA en la estación espacial internacional para estudiar su capacidad de mejorar la calidad del aire.
Los investigadores agrónomos pretenden demostrar el ahorro energético que supone utilizar plantas frente a los filtros de aire convencionales, que consumen energía eléctrica. Los beneficios son económicos, ambientales y además 'visuales', según ha resaltado Carmen Flores, la ingeniera agrónoma que estudia el comportamiento del jardín vertical instalado en Espacio Mediterráneo.
Flores mide y analiza parámetros vinculados al crecimiento paulatino del jardín. Estudiará el secuestro de carbono y vigilará los sensores de calidad del aire, como emisiones de gases y las partículas que capturen las propias plantas.
Las mediciones se realizarán, inicialmente, durante los próximos cinco meses. Los primeros resultados de este proyecto se conocerán antes de final de año.
El proyecto cuenta con una beca de I+D para una estudiante del Máster de Ingeniería Agronómica de la ETSIA que estudiará los beneficios del jardín sobre la calidad del aire interior del centro comercial y cómo éste puede contribuir a proporcionar servicios ecosistémicos y aumentar la eficiencia energética del edificio, dado que cuenta con varias certificaciones ambientales, como ISO y BREEAM.
Ochoa y Flores han querido destacar este viernes, Día Mundial de la Ingeniería para el Desarrollo Sostenible, el papel de los ingenieros para buscar recursos necesarios sin poner en riesgo el planeta y lograr un equilibrio entre el mundo moderno y la naturaleza.
Se trata del segundo jardín vertical que instala el centro comercial en colaboración con la UPCT. En 2017, estudiantes de Agrónomos y Arquitectura diseñaron y construyeron uno a base de especies autóctonas, iniciativa enmarcada en el Plan de Gestión Medioambiental de Espacio Mediterráneo.