MURCIA. Después de la retirada de las restricciones, las procesiones de Semana Santa y Fiestas de Primavera han favorecido las reuniones multitudinarias, sin respetar las distancias y con la ausencia de mascarillas como principal elemento de protección, asociándose de nuevo con una reactivación de la COVID-ÓMICRON. En España se ha incrementado hasta >700 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, especialmente en personas >60 años, con lo cual las hospitalizaciones han subido. En nuestra Región, >300 pacientes están ingresados en los diferentes hospitales, con 15 en UCI y menor mortalidad que anteriores brotes.
Ante ello, se comenta valorar la necesidad de una cuarta dosis de vacuna, especialmente en los pacientes inmunodeprimidos o en personas mayores de 60 años con enfermedades de base crónicas.
En un estudio nacional de Israel publicado a primeros de abril en la clásica revista NEJM se han evaluado de forma comparativa dos grupos de 182.122 personas que han recibido tres o cuatro dosis de vacuna Pfizer. La incidencia de la covid en hospitalizados era de 266,7/100.00 en el grupo de tres dosis frente a 8 6,6/100.000 en el grupo que recibió la cuarta dosis. En cuanto a la covid grave con cuatro dosis se encontró en 42,1 frente a 68,8 en el grupo de tres dosis. Estas diferencias eran estadísticamente significativas.
El 5 de mayo en la misma revista ha aparecido otro estudio, valorando la protección de la cuarta dosis de vacuna Pfizer sobre COVID-ÓMICRON en Israel. Se analizaron 1.252.331 personas de >60 años que habían recibido tres o cuatro dosis de vacuna. La covid que precisara hospitalización se encontró en 177/100.000 entre los pacientes que habían recibido una cuarta dosis, frente a 361/100.000 del grupo con tres dosis. La gravedad fue tres veces menor en el grupo que recibió la cuarta dosis. Por tanto, se demuestra la eficacia de su protección en la fase aguda seis semanas tras la administración de la dosis suplementaria o de refuerzo de la vacuna.
El problema tiene dos partes:
1.- No ha demostrado protección sobre los pacientes con covid asintomático o de gravedad leve. Es decir, que los casos clínicos leves, por suerte una gran parte, en esta variante actual van a seguir igual en estas personas.
2.- La duración de la protección está limitada en el momento presente a 6-8 semanas tras su administración.
Por ello, los expertos americanos consideran es preciso esperar a mejorar las vacunas y por otra parte restablecer la obligatoriedad de mantener las medidas básicas de protección (mascarillas, lavado de manos, distancia social, aislamiento).
Finalmente, se valora el uso de los nuevos antivirales con eficacia anti-covid, en los casos de pacientes con alto riesgo (inmunodeprimidos severos y personas mayores con enfermedades de base crónicas evolucionadas o graves. Estas indicaciones vienen reseñadas en el protocolo actualizado de la Sociedad Española de Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). Sin embargo, en las farmacias no existen estos fármacos, por lo cual no se pueden prescribir de forma ambulatoria en los casos seleccionados y bajo protocolo, en prevención de sus ingresos hospitalarios y disminuyendo su gravedad. Para ello, las autoridades competentes tendrían que facilitar que esa posibilidad pudiera realizarse, para un mejor soporte de estos pacientes.
Joaquín Gómez Gómez
Catedrático emérito de Infecciosas del Departamento de Medicina Interna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia
Exjefe del Servicio de Medicina Interna-Infecciosas del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca